Ciencia y tecnología

Investigación: Paula Isaak, Juan O'Farell

La ciencia y la tecnología (CyT) son dos grandes motores del desarrollo económico. Los avances científicos y tecnológicos mejoraron notablemente la calidad de vida de las personas, al permitir la cura de múltiples enfermedades, incrementar la seguridad alimentaria, ampliar masivamente el acceso a la energía, reducir los tiempos de logística y transporte y desarrollar productos que ahorran trabajo y liberan tiempo de ocio. También resultan fundamentales para abordar desafíos aún no resueltos, como el cambio climático y la transición energética.

A nivel económico, la inversión en CyT es clave para implementar mejoras en el aparato productivo, dando impulso al aumento de la productividad y la calidad. También es condición necesaria para la innovación, que favorece la creación de nuevos productos y mercados. Todo ello conduce a la creación de empleos de calidad y de alta calificación. No es casualidad, por lo tanto, que los países que más invierten en CyT sean los más desarrollados y viceversa.

Mensajes clave

La inversión en I+D de Argentina es muy inferior a la de los países desarrollados, pero mayor que la de varios países de la región

La inversión en I+D de Argentina es muy inferior a la de los países desarrollados, pero mayor que la de varios países de la región

En 2022, Argentina invirtió el 0,55% de su PIB en investigación y desarrollo (I+D). Se trata de un nivel bajo, tanto en comparación con países de ingresos altos (que promedian 2,66%) como frente a los de ingresos medios (1,30%). Dado que Argentina es un país de ingreso medio-alto, esto implica que invierte bastante menos de lo esperable para su nivel de desarrollo. Una mayor inversión en I+D suele traducirse en más y mejores resultados, tanto en investigación básica como aplicada, lo cual tiene un impacto directo en el sector productivo y el bienestar social. 

A nivel global, los países que más invierten en I+D son Israel y Corea del Sur, ambos con niveles superiores al 5% del PIB. En América Latina, Argentina mejora su posición relativa: ocupa el tercer lugar, detrás de Brasil (1,15%) y Uruguay (0,63%), y por delante de Chile (0,4%), México (0,3%), Colombia (0,3%) y Perú (0,2%).

Gasto en I+D en relación al PIB

Gasto en I+D en relación al PIB, países seleccionados (en porcentaje), 2022 o último año disponible
Fuente de datos: UNESCO Institute for Statistics (UIS), UNESCO.
Nota: la información de Chile corresponde al año 2021. La información de Brasil e India corresponde al año 2020.

La participación del sector privado en la ejecución de la inversión en I+D en Argentina es baja

Si nos detenemos a analizar la ejecución de la I+D, las empresas en Argentina ejecutan el 42% del gasto total. Este porcentaje es bajo en comparación con los países desarrollados, como los de la OCDE (74%). Sin embargo, a nivel regional, Argentina supera el promedio (31%), tiene un nivel similar al de Chile, y superior al de países como México y Paraguay. 

Además de la reducida participación empresarial, otro rasgo distintivo del caso argentino es el bajo peso que tienen las universidades (educación superior) en la ejecución de I+D, frente a la mayor participación relativa de organismos públicos (gobierno).

 

Inversión en I+D por sector de ejecución

Participación en la inversión en I+D por sector de ejecución, países y regiones seleccionados (en porcentaje), 2023 o último dato disponible
Fuente de datos: Main Science and Technology Indicators, OCDE; RICyT.

El desempeño de Argentina en materia de patentamiento es bajo en términos comparados

Las patentes solicitadas únicamente por residentes dan una aproximación más precisa del grado de innovación en el país, ya que las solicitadas por no residente suelen vincularse a desarrollos de empresas extranjeras realizados fuera de Argentina y patentados localmente. En 2023 Argentina contabilizó 675 solicitudes de patentes por residentes, cifra que está por encima de países de la región como Colombia y Perú, y por debajo de Brasil, México y Chile -a pesar de que este último país tiene menos habitantes que Argentina-.

Según el ranking global de solicitudes de patentes presentadas por residentes que publica la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en el año 2023 Argentina ocupó el el puesto 54 sobre un total de 162 países. El ranking fue liderado por China (1.652.437), Estados Unidos (516.427) y Japón (417.709).

Patentes según residencia del solicitante

Solicitud de patentes según residencia del solicitante, 2023 o último año disponible
Fuente de datos: Patent, WIPO IP Statistics Data Center.

Después de crecer durante dos décadas, el gasto en ciencia y tecnología cayó en los últimos diez años

La inversión en actividades científico tecnológicas es un concepto más amplio que la inversión en I+D, aunque su evolución suele ser similar. La I+D representa alrededor del 90% del total, mientras que el 10% restante corresponde a enseñanza y formación de posgrado.

En 1990, Argentina destinó el 0,33% del PIB a gastos en actividades científico-tecnológicas. Con altibajos, ese porcentaje fue creciendo hasta promediar el 0,66% entre 2012 y 2015, impulsado por políticas públicas orientadas a jerarquizar el sistema. Entre 2015 y 2019, la inversión cayó al 0,52%, y luego repuntó parcialmente hasta alcanzar el 0,59% en 2022.

Dada la centralidad del sector público en el financiamiento del sistema de CyT en Argentina, la evolución de la inversión ha estado fuertemente determinada por la orientación y priorización del gasto público en los distintos gobiernos. 

La inversión en I+D siguió una tendencia similar a la del gasto en CyT. Desde 1996 —primer año con datos disponibles— nunca superó el 0,7% del PIB. Hasta mediados de los 2000, osciló en torno al 0,4%, y luego comenzó a subir. Alcanzó su punto más alto entre 2009 y 2015, con valores por encima del 0,6%. A partir de 2015 volvió a caer, del 0,62% al 0,48% en 2019, con una recuperación parcial en los años siguientes.

Inversión en I+D y en Actividades científico tecnológicas en relación al PIB

Inversión en I+D y en Actividades científico tecnológicas en relación al PIB, Argentina (en porcentaje), 1990-2023
Fuente de datos: RICyT; Dirección de Estudios y Estadísticas Nacionales, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

En los últimos 25 años creció la brecha del esfuerzo en I+D entre Argentina y los países desarrollados

Desde la década de 1990, la relación entre inversión en I+D y PIB en América Latina creció más lentamente que en los países más desarrollados, lo cual significó una ampliación de la brecha entre ambos grupos. 

Sin embargo, no toda la región siguió el mismo camino. Uruguay, que partió de un nivel bajo, mostró un crecimiento importante. Brasil, que comenzó la década de 1990 con niveles relativamente altos, creció de forma más moderada. México, se mantuvo estancado en niveles muy bajos, en torno al 0,28%. Argentina pasó del 0,42% al 0,52% del PIB, lo que representa un incremento del 23% en su esfuerzo inversor en I+D, superior al de Brasil y México, y solo por detrás de Uruguay entre los países mencionados.

En el mismo período, las principales potencias tecnológicas aumentaron su inversión en I+D mucho más rápidamente, partiendo además de niveles mucho más altos: en Japón creció un 25%, en Alemania un 47%, en Estados Unidos un 41% y en Corea del Sur un 122%. El caso más extraordinario es el de China: partiendo de niveles similares a los de Argentina en la década de 1990, hoy invierte cerca del 2,6% del PIB en I+D, es decir, cuatro veces más.

Evolución de la inversión en I+D en relación al PIB

Evolución de la inversión en I+D en relación al PIB, países seleccionados (en porcentaje), 1996-2022
Fuente de datos: UNESCO Institute for Statistics, UNESCO.

Mensajes clave

La inversión en I+D de Argentina es muy inferior a la de los países desarrollados, pero mayor que la de varios países de la región

En 2022, Argentina invirtió el 0,55% de su PIB en investigación y desarrollo (I+D). Se trata de un nivel bajo, tanto en comparación con países de ingresos altos (que promedian 2,66%) como frente a los de ingresos medios (1,30%). Dado que Argentina es un país de ingreso medio-alto, esto implica que invierte bastante menos de lo esperable para su nivel de desarrollo. Una mayor inversión en I+D suele traducirse en más y mejores resultados, tanto en investigación básica como aplicada, lo cual tiene un impacto directo en el sector productivo y el bienestar social. 

A nivel global, los países que más invierten en I+D son Israel y Corea del Sur, ambos con niveles superiores al 5% del PIB. En América Latina, Argentina mejora su posición relativa: ocupa el tercer lugar, detrás de Brasil (1,15%) y Uruguay (0,63%), y por delante de Chile (0,4%), México (0,3%), Colombia (0,3%) y Perú (0,2%).

Gasto en I+D en relación al PIB

Gasto en I+D en relación al PIB, países seleccionados (en porcentaje), 2022 o último año disponible
Fuente de datos: UNESCO Institute for Statistics (UIS), UNESCO.
Nota: la información de Chile corresponde al año 2021. La información de Brasil e India corresponde al año 2020.

La participación del sector privado en la ejecución de la inversión en I+D en Argentina es baja

Si nos detenemos a analizar la ejecución de la I+D, las empresas en Argentina ejecutan el 42% del gasto total. Este porcentaje es bajo en comparación con los países desarrollados, como los de la OCDE (74%). Sin embargo, a nivel regional, Argentina supera el promedio (31%), tiene un nivel similar al de Chile, y superior al de países como México y Paraguay. 

Además de la reducida participación empresarial, otro rasgo distintivo del caso argentino es el bajo peso que tienen las universidades (educación superior) en la ejecución de I+D, frente a la mayor participación relativa de organismos públicos (gobierno).

 

Inversión en I+D por sector de ejecución

Participación en la inversión en I+D por sector de ejecución, países y regiones seleccionados (en porcentaje), 2023 o último dato disponible
Fuente de datos: Main Science and Technology Indicators, OCDE; RICyT.

El desempeño de Argentina en materia de patentamiento es bajo en términos comparados

Las patentes solicitadas únicamente por residentes dan una aproximación más precisa del grado de innovación en el país, ya que las solicitadas por no residente suelen vincularse a desarrollos de empresas extranjeras realizados fuera de Argentina y patentados localmente. En 2023 Argentina contabilizó 675 solicitudes de patentes por residentes, cifra que está por encima de países de la región como Colombia y Perú, y por debajo de Brasil, México y Chile -a pesar de que este último país tiene menos habitantes que Argentina-.

Según el ranking global de solicitudes de patentes presentadas por residentes que publica la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en el año 2023 Argentina ocupó el el puesto 54 sobre un total de 162 países. El ranking fue liderado por China (1.652.437), Estados Unidos (516.427) y Japón (417.709).

Patentes según residencia del solicitante

Solicitud de patentes según residencia del solicitante, 2023 o último año disponible
Fuente de datos: Patent, WIPO IP Statistics Data Center.

Después de crecer durante dos décadas, el gasto en ciencia y tecnología cayó en los últimos diez años

La inversión en actividades científico tecnológicas es un concepto más amplio que la inversión en I+D, aunque su evolución suele ser similar. La I+D representa alrededor del 90% del total, mientras que el 10% restante corresponde a enseñanza y formación de posgrado.

En 1990, Argentina destinó el 0,33% del PIB a gastos en actividades científico-tecnológicas. Con altibajos, ese porcentaje fue creciendo hasta promediar el 0,66% entre 2012 y 2015, impulsado por políticas públicas orientadas a jerarquizar el sistema. Entre 2015 y 2019, la inversión cayó al 0,52%, y luego repuntó parcialmente hasta alcanzar el 0,59% en 2022.

Dada la centralidad del sector público en el financiamiento del sistema de CyT en Argentina, la evolución de la inversión ha estado fuertemente determinada por la orientación y priorización del gasto público en los distintos gobiernos. 

La inversión en I+D siguió una tendencia similar a la del gasto en CyT. Desde 1996 —primer año con datos disponibles— nunca superó el 0,7% del PIB. Hasta mediados de los 2000, osciló en torno al 0,4%, y luego comenzó a subir. Alcanzó su punto más alto entre 2009 y 2015, con valores por encima del 0,6%. A partir de 2015 volvió a caer, del 0,62% al 0,48% en 2019, con una recuperación parcial en los años siguientes.

Inversión en I+D y en Actividades científico tecnológicas en relación al PIB

Inversión en I+D y en Actividades científico tecnológicas en relación al PIB, Argentina (en porcentaje), 1990-2023
Fuente de datos: RICyT; Dirección de Estudios y Estadísticas Nacionales, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

En los últimos 25 años creció la brecha del esfuerzo en I+D entre Argentina y los países desarrollados

Desde la década de 1990, la relación entre inversión en I+D y PIB en América Latina creció más lentamente que en los países más desarrollados, lo cual significó una ampliación de la brecha entre ambos grupos. 

Sin embargo, no toda la región siguió el mismo camino. Uruguay, que partió de un nivel bajo, mostró un crecimiento importante. Brasil, que comenzó la década de 1990 con niveles relativamente altos, creció de forma más moderada. México, se mantuvo estancado en niveles muy bajos, en torno al 0,28%. Argentina pasó del 0,42% al 0,52% del PIB, lo que representa un incremento del 23% en su esfuerzo inversor en I+D, superior al de Brasil y México, y solo por detrás de Uruguay entre los países mencionados.

En el mismo período, las principales potencias tecnológicas aumentaron su inversión en I+D mucho más rápidamente, partiendo además de niveles mucho más altos: en Japón creció un 25%, en Alemania un 47%, en Estados Unidos un 41% y en Corea del Sur un 122%. El caso más extraordinario es el de China: partiendo de niveles similares a los de Argentina en la década de 1990, hoy invierte cerca del 2,6% del PIB en I+D, es decir, cuatro veces más.

Evolución de la inversión en I+D en relación al PIB

Evolución de la inversión en I+D en relación al PIB, países seleccionados (en porcentaje), 1996-2022
Fuente de datos: UNESCO Institute for Statistics, UNESCO.


¿Qué indicadores dan cuenta del desarrollo científico tecnológico de los países?

Para entender el desarrollo de la ciencia y la tecnología de los países se suele utilizar dos grandes tipos de indicadores. Por un lado, están los insumos que se necesitan para producir conocimiento, como por ejemplo la inversión en investigación y desarrollo (I+D), la cantidad de investigadores o el equipamiento. Por el otro, los indicadores de resultados en materia de generación de conocimiento y de innovación (por ejemplo publicaciones académicas, patentes, desarrollo de nuevos productos, etc.). 

Uno de los indicadores de insumo más utilizados es el gasto en I+D como porcentaje del PIB, que es una medida del esfuerzo que los países hacen en CyT. Abarca la investigación básica, la investigación aplicada y el desarrollo experimental e incluye la inversión ejecutada tanto por el sector público como por el sector privado. En Argentina, el gasto en I+D representa cerca del 90% de los gastos en actividades de CyT.

La ciencia y la tecnología en la Argentina reciente

Argentina se caracteriza por un sistema de CyT con una significativa dotación de recursos humanos destinados a la I+D en relación a otros países de la región. Estos se desempeñan mayormente en el sector público (universidades y organismos gubernamentales) y en mucho menor medida en empresas y organizaciones sin fines de lucro. Sin embargo, el esfuerzo en I+D que realiza el país está por debajo del que realizan los países de nivel de ingreso similar. A su vez, Argentina tiene una alta concentración de recursos financieros y humanos en la región centro del país, en consonancia con la distribución de sus actividades económicas. 

La inversión en I+D de Argentina es muy inferior a la de los países desarrollados, pero mayor que la de varios países de la región

Gasto en I+D en relación al PIB

Gasto en I+D en relación al PIB, países seleccionados (en porcentaje), 2022 o último año disponible
Fuente de datos: UNESCO Institute for Statistics (UIS), UNESCO.
Nota: la información de Chile corresponde al año 2021. La información de Brasil e India corresponde al año 2020.

En 2022, Argentina invirtió el 0,55% de su PIB en I+D. Se trata de un nivel bajo, tanto en comparación con países de ingresos altos (que promedian 2,66%) como frente a los de ingresos medios (1,30%). Dado que Argentina es un país de ingreso medio-alto, esto implica que invierte bastante menos de lo esperable para su nivel de desarrollo. Una mayor inversión en I+D suele traducirse en más y mejores resultados, tanto en investigación básica como aplicada, lo cual tiene un impacto directo en el sector productivo y el bienestar social. 

A nivel global, los países que más invierten en I+D son Israel y Corea del Sur, ambos con niveles superiores al 5% del PIB. En América Latina, Argentina mejora su posición relativa: ocupa el tercer lugar, detrás de Brasil (1,15%) y Uruguay (0,63%), y por delante de Chile (0,4%), México (0,3%), Colombia (0,3%) y Perú (0,2%).

La mayor parte de la inversión en I+D en Argentina viene del sector público

Inversión en I+D por sector de financiamiento

Distribución de la inversión en I+D por sector de financiamiento, Argentina (en porcentaje), 2023
Fuente de datos: Dirección de Estudios y Estadísticas Nacionales, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

En Argentina, la mayor parte de la inversión en I+D proviene del sector público. En 2023, este financió aproximadamente el 55% del total, a través de organismos de ciencia y tecnología y universidades públicas. El sector privado —que incluye empresas, universidades privadas y organizaciones sin fines de lucro— aportó el 25%. Además, cerca de una quinta parte del financiamiento llegó desde el exterior.

Este desbalance entre el aporte público y el privado se debe, en parte, a la falta de madurez del sistema científico tecnológico en términos de vinculación y transferencia. El Estado suele invertir en las etapas iniciales y más riesgosas de los proyectos (como la investigación básica o los estudios de laboratorio), mientras que el sector privado participa más en las fases posteriores, donde el riesgo es menor (pruebas piloto, escalado, producción comercial).

La débil articulación entre estas etapas genera un cuello de botella: muchos desarrollos no logran llegar al sector productivo ni atraer inversiones privadas a gran escala (Stefani, 2018).

La participación del sector privado en la ejecución de la inversión en I+D en Argentina es baja 

Inversión en I+D por sector de ejecución

Participación en la inversión en I+D por sector de ejecución, países y regiones seleccionados (en porcentaje), 2023 o último dato disponible
Fuente de datos: Main Science and Technology Indicators, OCDE; RICyT.

Otra forma de analizar la inversión en investigación y desarrollo es según quién la ejecuta, no quién la financia. Desde este enfoque, las empresas en Argentina tienen un rol algo mayor: ejecutan el 42% del gasto total. Aun así, el peso de las empresas en la ejecución de la I+D en Argentina sigue siendo bajo en comparación con los países desarrollados: entre los miembros de la OCDE, en promedio, las empresas ejecutan el 74% del gasto en I+D. En cambio, a nivel regional, Argentina supera el promedio latinoamericano (31%), se ubica a la par de Chile y por encima de países como México y Paraguay.

Además de la reducida participación empresarial, otro rasgo distintivo del caso argentino es el bajo peso que tienen las universidades (educación superior) en la ejecución de I+D, frente a la mayor participación relativa de organismos públicos (gobierno).

La diferencia entre los porcentajes según el origen del financiamiento o según quién ejecuta la inversión se explica por un detalle importante: muchas veces, lo que hacen las empresas o las universidades se financia con recursos públicos, ya sea a través de programas estatales, subsidios o el pago de salarios a investigadores.

Alrededor del 67% de la inversión argentina en I+D se destina a recursos humanos

Destino de la inversión en I+D

Composición del destino de la inversión en I+D, por sector, 2022
Fuente de datos: Dirección de Estudios y Estadísticas Nacionales, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

En Argentina, 2 de cada 3 pesos que se invierten en investigación y desarrollo se destinan a recursos humanos, mayormente investigadores. Sin embargo, la composición del gasto varía según el sector que lo ejecuta. Las universidades —públicas y privadas— asignan un mayor porcentaje al personal, que representa más del 75% del gasto total. Las empresas, en cambio, muestran una estructura más equilibrada entre recursos humanos y otros gastos corrientes, como insumos y servicios técnicos.

Estas diferencias están relacionadas con el tipo de proyectos que impulsa cada sector. En las universidades predomina la investigación básica y aplicada que son intensivas en recursos humanos, mientras que en las empresas se concentran los desarrollos experimentales orientados a nuevos procesos, productos y servicios, que suelen requerir más gastos en materiales, insumos y equipos de apoyo a la I+D (otros gastos corrientes).

En el contexto regional, Argentina se destaca por tener una cantidad relativamente alta de investigadores, pero está lejos de los países más desarrollados

Investigadores cada mil integrantes de la PEA

Investigadores cada mil integrantes de la PEA, países seleccionados, 2023 o último año disponible
Fuente de datos: Main Science and Technology Indicators, OCDE; RICyT; Dirección de Estudios y Estadísticas Nacionales, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

Una forma de medir la cantidad de investigadores que tiene un país es relacionarla con el tamaño de su población, ya sea la total o la económicamente activa (PEA). En Argentina hay casi 3 investigadores cada mil personas de la PEA, lo que la ubica al tope del ranking regional, por encima de países como Brasil o México.

Sin embargo, está muy por detrás de los países desarrollados como Estados Unidos, Alemania, Japón o Corea del Sur, que más que triplican esa proporción.

En Argentina, el gasto en I+D por investigador es bajo

Gasto en I+D por investigador

Gasto en I+D por investigador EJC (miles de dólares PPA), 2022
Fuente de datos: Main Science and Technology Indicators, OCDE; RICyT.
Nota: el gasto por investigador se calcula dividiendo el total destinado a I+D por la cantidad de investigadores equivalentes a jornada completa (EJC).

En Argentina, el gasto por investigador es muy bajo (125,1 mil dólares a paridad de poder de compra). Representa apenas la cuarta parte del gasto por investigador que en EE.UU., prácticamente la mitad de países como Uruguay y México, el 75% de Chile y el 70% del promedio de los países de la región.

En síntesis, aun cuando Argentina lidera el ranking de cantidad de investigadores a nivel regional, se ubica muy por debajo del promedio regional en términos de gasto por investigador. Una posible explicación radica en el desequilibrio entre el crecimiento de los recursos humanos y el estancamiento relativo de la inversión en I+D (López, 2023).

La participación de mujeres entre investigadores y becarios en Argentina supera al promedio mundial y regional

Participación femenina en el total de investigadores y becarios

Participación femenina en el total de investigadores y becarios, países seleccionados (en porcentaje), 2023 o último año disponible
Fuente de datos: Headcount (HC) of R&D personnel, UNESCO Institute for Statistics.

En perspectiva internacional, Argentina tiene una participación femenina entre sus investigadores y becarios mayor al promedio mundial y regional. En 2023, las mujeres representaban más del 53% del personal dedicado a I+D en el país, 20 puntos porcentuales más que el promedio global y unos 8 puntos por encima del promedio de América Latina.

Llama la atención que tanto Argentina como la región en su conjunto presentan una mayor participación femenina en los recursos dedicados a I+D en comparación con varios países desarrollados, como Francia, Alemania o Suiza. Una de las principales razones de este fenómeno reside en la estructura de financiamiento del sistema: en América Latina, la mayor parte de la inversión en I+D es pública mientras que en los países más desarrollados predomina el sector privado. Dado que la inversión privada suele concentrarse en empresas industriales, históricamente más masculinizadas, los países con una alta proporción de I+D en manos del sector privado tienden a registrar una menor participación femenina en sus sistemas científicos tecnológicos.

Si bien la participación femenina se ha incrementado en los últimos años, las mujeres acceden a posiciones de menor jerarquía 

Investigadores del CONICET por categoría y género

Distribución de investigadores del CONICET por categoría y género, 2023
Fuente de datos: CONICET en cifras, CONICET.

Si bien en los últimos 20 años creció la participación femenina entre los recursos humanos dedicados a la I+D en Argentina, las mujeres enfrentan un “techo de cristal” que limita su acceso a los cargos de mayor jerarquía. A medida que se asciende en la estructura del sistema científico, la presencia de mujeres se reduce notablemente. 

La tasa de feminización es mayor entre becarios que entre investigadores. Y dentro del grupo de investigadores, también se observan brechas: las mujeres son mayoría en los cargos iniciales (investigadores asistentes y adjuntos), pero su participación cae notablemente en los niveles más altos (investigadores principales y superiores). Dentro del CONICET, las mujeres representan cerca del 60% de los puestos en la categoría más baja del escalafón, pero solo el 22% en la más alta.

Aunque en 2010 se alcanzó la paridad en la dotación de personal del CONICET y desde 2014 las mujeres son mayoría, han pasado más de 10 años desde ese punto de inflexión y, sin embargo, la mayor parte de las investigadoras sigue concentrada en los niveles más bajos del sistema (DPyEI, 2022).

Las ciencias físico-naturales y de la salud concentran cerca de dos tercios de los investigadores

Investigadores por disciplina de formación

Distribución de investigadores por disciplina de formación, Argentina (en porcentaje), 2023
Fuente de datos: Dirección de Estudios y Estadísticas Nacionales, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

Una dimensión importante para evaluar las capacidades científico tecnológicas de un país es la formación disciplinaria de sus investigadores. En Argentina, considerando todos los sectores (organismos públicos, universidades, entidades sin fines de lucro y empresas), el 65% de los investigadores se especializa en ciencias físico-naturales y de la salud: ciencias exactas y naturales, ingenierías y tecnologías, ciencias médicas, y ciencias agrarias y veterinarias.

Dentro de este conjunto, se destacan las ciencias exactas y naturales (22%) y las ingenierías y tecnologías (19%), seguidas por las ciencias médicas (13%) y las agrarias y veterinarias (9%).

El 35% restante desarrolla su labor en las ciencias sociales y las humanidades, que aportan perspectivas fundamentales para comprender los procesos sociales, culturales y económicos, y también forman parte del sistema nacional de ciencia y tecnología.

Comparado con el promedio de América Latina, Argentina produce relativamente menos artículos en ciencias sociales y más en ciencias de la vida

Publicaciones en SCOPUS según disciplina

Distribución de las publicaciones en SCOPUS según disciplina, países seleccionados, 2022
Fuente de datos: RICyT.

En términos de áreas del conocimiento, en 2022, la mayor parte de las publicaciones de investigadores argentinos fue en ciencias físicas (31,9%), seguido de las ciencias de la vida (29,5%), ciencias de la salud (24,3%) y ciencias sociales (14,3%). 

Las ciencias físicas incluyen campos como por ejemplo ingeniería, química, inteligencia artificial, informática, energía, geología, matemática, física o ecología; las ciencias de la vida abarcan la biología, agronomía, bioquímica, biotecnología, genética, farmacología, etc. Por su parte, a ciencias de la salud pertenecen campos como medicina, enfermería y veterinaria y en ciencias sociales se incluyen economía, sociología, ciencia política, derecho, antropología, historia, artes, psicología, etc. Para mayor información, ver aquí

En perspectiva con el resto de la región, Argentina registró una participación por encima del promedio en las publicaciones de ciencias de la vida (25,5%) y prácticamente igual en ciencias sociales y de la salud. La mayor especialización en ciencias de la vida se explica por la larga trayectoria que el país ha construido en disciplinas como ciencias naturales y agrarias.

Argentina tiene una productividad baja en términos de los recursos invertidos

Publicaciones en SCOPUS en relación a la cantidad de investigadores y al gasto en I+D

Publicaciones en SCOPUS en relación a la cantidad de investigadores (cada 100 investigadores) y al gasto en I+D (cada millón de dólares PPA), países seleccionados, 2022 o último año disponible
Fuente de datos: RICyT.

Un indicador clave para medir la productividad de los recursos invertidos en el sistema de ciencia y tecnología es la relación entre la cantidad de publicaciones y la inversión en I+D. Argentina produce 2,3 publicaciones por cada millón de dólares invertido (ajustado por paridad de poder adquisitivo), cifra inferior al promedio regional (2,6) y notablemente por debajo de los niveles de Chile (10,1), México (4,3) y Uruguay (3,4). 

Al analizar la productividad como la cantidad de publicaciones por cantidad de investigadores a partir de la base de datos bibliográfica Scopus, Argentina también muestra un desempeño pobre en comparación con los países de América Latina. Dentro de la región, Chile y México alcanzan el mejor desempeño, incluso por encima de países más desarrollados, como Canadá y España. 

La baja cantidad de publicaciones por investigador podría deberse a varios factores, como la necesidad de complementar ingresos con otras actividades laborales, lo que reduce el tiempo disponible para la investigación o un menor desarrollo relativo de infraestructura necesaria para investigación.

El desempeño de Argentina en materia de patentamiento es bajo en términos comparados

Los indicadores de patentamiento nos permiten acercarnos a las capacidades de un país para innovar y transferir conocimiento del sistema científico tecnológico al sector productivo. Para ser patentado, un desarrollo debe cumplir ciertas condiciones que demuestren su carácter original y novedoso, así como su aplicación industrial (entendida en un sentido amplio que incluye a las actividades primarias y de servicios). A pesar de que los indicadores de patentamiento están entre los más utilizados para analizar la productividad de los sistemas de CyT, es importante considerar algunas de sus limitaciones.

En primer lugar, hay innovaciones con impactos productivos o sociales significativos que no son patentables. En segundo lugar, las patentes no siempre reflejan procesos concretos de transferencia de la invención, porque es común que desarrollos patentados no lleguen a aplicarse y por lo tanto no tienen efecto en el mundo de la producción, y porque a veces la motivación de las empresas a patentar no tiene como fin proteger una innovación sino bloquear tecnológicamente a sus competidores (Arza, 2016; López, 2023). 

Patentes según residencia del solicitante

Solicitud de patentes según residencia del solicitante, 2023 o último año disponible
Fuente de datos: Patent, WIPO IP Statistics Data Center.

Las patentes solicitadas únicamente por residentes dan una aproximación más precisa del grado de innovación en el país, ya que las solicitadas por no residente suelen vincularse a desarrollos de empresas extranjeras realizados fuera de Argentina y patentados localmente. En 2023 Argentina contabilizó 675 solicitudes de patentes por residentes, cifra que está por encima de países de la región como Colombia y Perú, y por debajo de Brasil, México y Chile -a pesar de que este último país tiene menos habitantes que Argentina-. 

Según el ranking global de solicitudes de patentes presentadas por residentes que publica la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en el año 2023 Argentina ocupó el el puesto 54 sobre un total de 162 países. El ranking fue liderado por China (1.652.437), Estados Unidos (516.427) y Japón (417.709). 

Argentina tiene un bajo patentamiento dado el tamaño de su economía

Patentes presentadas por residentes

Solicitudes presentadas por residentes, cada 100.000 millones de USD de PIB (PPA 2017), primeros 10 del ranking más países seleccionados, 2022
Fuente de datos: Patent, WIPO IP Statistics Data Center.
Nota: PIB en dólares ajustado por PPA 2017.

El desarrollo tecnológico y el nivel de patentamiento suelen estar fuertemente ligados al tamaño de la economía de un país. Por eso, se espera que los países con mayor PIB tengan un mejor desempeño en este indicador. Una forma de captar esta relación es analizar las solicitudes de patentes de los residentes de un país en relación con su PIB. Este enfoque permite comparar países de distinto tamaño económico de forma más justa.

Al observar este indicador, el desempeño relativo de Argentina en materia de solicitud de patentamiento empeora. En 2022, cayó al puesto 81 del ranking de la OMPI por detrás de países de la región como Colombia (50), Brasil (51) y Chile (68), y en un lugar similar al de México (83). Si bien estos países tienen un desempeño peor en el indicador ajustado por PIB, Argentina muestra una caída más pronunciada.

La ciencia y la tecnología en las provincias argentinas

La inversión en I+D está fuertemente concentrada en muy pocas provincias

Inversión en I+D por provincia

Distribución de la inversión en I+D por provincia (pesos corrientes), 2023
Fuente de datos: Dirección Nacional de Información Científica, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

Existen enormes brechas subnacionales en la inversión en I+D. En términos absolutos, más del 80% de la I+D se concentra en las cuatro mayores jurisdicciones —CABA, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe—, una proporción que supera el peso relativo de su población (61%) y de su PIB (69%).

Esto se debe a que las empresas que invierten en I+D pertenecen a sectores con alta concentración en la zona centro, como la industria manufacturera en general, la farmacéutica en particular, el software y los servicios informáticos —mayormente localizadas en esas provincias—.

CABA es por lejos la jurisdicción con mayor inversión en I+D por habitante

Inversión en I+D per cápita por provincia

Inversión en I+D por habitante por provincia en relación a la media nacional, (media nacional=100), 2023
Fuente de datos: Dirección de Estudios y Estadísticas Nacionales, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación; INDEC.
Nota: la relación contempla el indicador miles de pesos corrientes cada 10.000 habitantes por provincia.

La I+D per cápita de CABA está muy por arriba del resto de las provincias. Es 6 veces más alta que la media nacional y 31 veces más que la provincia con I+D per cápita más bajo (Santiago del Estero). Las brechas también son muy grandes incluso entre CABA y la segunda provincia que más gasta por habitante, Río Negro, a la cual más que triplica en I+D por habitante.

Evolución de la ciencia y la tecnología en Argentina

Argentina tiene una base importante de capacidades científicas en diversas disciplinas y una larga trayectoria en la formación de científicos y de instituciones, algunas de las cuales se destacan a nivel global. Sin embargo, el nivel de inversión en I+D no ha logrado un crecimiento sostenido. Por otra parte, más allá de los recursos invertidos, Argentina tiene dificultades persistentes para transformar sus capacidades científicas en desarrollos tecnológicos y productivos.

El gasto en ciencia y tecnología fue creciente de 1990 a 2012, pero se contrajo desde entonces

Inversión en I+D y en Actividades científico tecnológicas en relación al PIB

Inversión en I+D y en Actividades científico tecnológicas en relación al PIB, Argentina (en porcentaje), 1990-2023
Fuente de datos: RICyT; Dirección de Estudios y Estadísticas Nacionales, Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

La inversión en actividades científico tecnológicas es un concepto más amplio que la inversión en I+D, aunque su evolución suele ser similar. La I+D representa alrededor del 90% del total, mientras que el 10% restante corresponde a enseñanza y formación de posgrado.

En 1990, Argentina destinó el 0,33% del PIB a gastos en actividades científico tecnológicas. Con altibajos, ese porcentaje fue creciendo hasta promediar el 0,66% entre 2012 y 2015, impulsado por políticas públicas orientadas a jerarquizar en sistema. Entre 2015 y 2019, la inversión cayó al 0,52%, y luego repuntó parcialmente hasta alcanzar el 0,59% en 2022.

Dada la centralidad del sector público en el financiamiento del sistema de CyT en Argentina, la evolución de la inversión ha estado fuertemente determinada por la orientación y priorización del gasto público en los distintos gobiernos. 

La inversión en I+D siguió una tendencia similar a la del gasto en CyT. Desde 1996 —primer año con datos disponibles— nunca superó el 0,7% del PIB. Hasta mediados de los 2000, osciló en torno al 0,4%, y luego comenzó a subir. Alcanzó su punto más alto entre 2009 y 2015, con valores por encima del 0,6%. A partir de 2015 volvió a caer, del 0,62% al 0,48% en 2019, con una recuperación parcial en los años siguientes.

Las personas dedicadas a la I+D en Argentina se duplicaron en los últimos 25 años

Evolución de recursos humanos dedicados a la I+D según función

Evolución de recursos humanos dedicados a la I+D según función (en personas físicas), Argentina, 1997-2023
Fuente de datos: RICyT; Dirección Nacional de Información Científica, Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología.
Nota: se tomaron los años disponibles en RICyT y se empalmaron con los datos de la Dirección Nacional de Información Científica.

En los últimos 25 años los recursos humanos dedicados a la I+D en Argentina crecieron a más del doble: de 48.368 en 1997 a 131.502 en 2023. Estos se diferencian entre aquellos que investigan (investigadores y becarios) y quienes brindan apoyo (personal técnico y de apoyo). En líneas generales, la distribución del personal científico se ha mantenido estable con mayor participación de investigadores y becarios (más del 75% del personal), seguidos por el personal técnico (15%) y de apoyo (10%). 

Las universidades públicas concentran la mitad de los investigadores y becarios del sistema, seguidas por el CONICET (24%), el sector privado (18%) y otros organismos públicos (7%) (dato a 2022, Indicadores de Ciencia y Tecnología Argentina). 

En los últimos 10 años se incrementó la participación de investigadores en ciencias sociales, humanidades e ingeniería y tecnología 

Investigadores por disciplina de formación académica

Distribución de investigadores por disciplina de formación académica, Argentina (en porcentaje), 2009, 2016 y 2023
Fuente de datos: RICyT.
Nota: investigadores en personas físicas.

En la última década, la distribución de los investigadores según el campo disciplinar muestra un crecimiento de las ciencias sociales en detrimento de las ciencias exactas y naturales. Si en 2013, estas últimas concentraban el mayor número de investigadores (27%), seguidos por las ciencias sociales (23%), para 2023 esta relación se invirtió. En la actualidad, las ciencias sociales concentran el mayor número de investigadores. 

Sin embargo, esta distribución varía significativamente por tipo de institución. Los investigadores en ciencias sociales son mayoría en las instituciones sin fines de lucro y las universidades públicas y privadas (39%, 31% y 58%) y los investigadores en ciencias exactas y naturales predominan en en los organismos de ciencia y tecnología como por ejemplo, el CONICET o la Comisión Nacional de Energía Atómica (39%) (Jefatura de Gabinete de Ministros, 2024).

Las mujeres superan a los varones en los cargos de becarios e investigadores, una tendencia que se ha consolidado de manera sostenida en los últimos años

Participación de mujeres en los cargos de investigadores y becarios

Porcentaje de investigadores y becarios que son mujeres, Argentina, 2003-2023
Fuente de datos: Dirección Nacional de Información Científica, Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología.

En 2023 las mujeres representaron el 53% de los investigadores y el 60% de los becarios. Esta distribución favorable a las mujeres se acentuó en las últimas dos décadas: en 2003, los porcentajes de participación eran del 50% y 55%, respectivamente. Esta evolución se explica porque, si bien la cantidad de investigadores y becarios creció en varones y mujeres, el crecimiento fue más acelerado en estas últimas.

Esta tendencia hacia una mayor participación femenina no es exclusiva del sistema científico tecnológico. Se inscribe en un fenómeno más amplio de incremento sostenido de la participación laboral de las mujeres en diversos sectores de actividad.

Evolución de la ciencia y la tecnología argentina en relación al resto del mundo

Si bien el sistema de ciencia y tecnología de Argentina se ha expandido en las últimas tres décadas, el país se ha ido quedando atrás en relación al mundo. La producción de publicaciones científicas creció, pero a un ritmo relativo más lento, los niveles de patentamiento se mantuvieron estancados y los esfuerzos en I+D crecieron más lentamente que en los países desarrollados, ampliando así las brechas existentes. La única excepción en este proceso es el CONICET que desde el año 2009 hasta la actualidad conserva su posición como la institución pública de investigación más importante de América Latina.

En los últimos 25 años creció la brecha del esfuerzo en I+D entre Argentina y los países desarrollados 

Evolución de la inversión en I+D en relación al PIB

Evolución de la inversión en I+D en relación al PIB, países seleccionados (en porcentaje), 1996-2022
Fuente de datos: UNESCO Institute for Statistics, UNESCO.

Desde la década de 1990, la relación entre inversión en I+D y PIB en América Latina creció más lentamente que en los países más desarrollados, lo cual significó una ampliación de la brecha entre ambos grupos. 

Sin embargo, no toda la región siguió el mismo camino. Uruguay, que partió de un nivel bajo, mostró un crecimiento importante. Brasil, que comenzó la década de 1990 con niveles relativamente altos, creció de forma más moderada. México, se mantuvo estancado en niveles muy bajos, en torno al 0,28%. Argentina pasó del 0,42% al 0,52% del PIB, lo que representa un incremento del 23% en su esfuerzo inversor en I+D, superior al de Brasil y México, y solo por detrás de Uruguay entre los países mencionados.

En el mismo período, las principales potencias tecnológicas aumentaron su inversión en I+D mucho más rápidamente, partiendo además de niveles mucho más altos: en Japón creció un 25%, en Alemania un 47%, en Estados Unidos un 41% y en Corea del Sur un 122%. El caso más extraordinario es el de China: partió en los 90 desde un nivel de inversión en I+D similar al de Argentina y hoy alcanza el 2,6% del PIB, cuatro veces más que nuestro país.

Uno de los factores que explican el bajo desempeño de los países latinoamericanos en comparación con las grandes potencias radica en la estructura productiva. Mientras que la región se especializa en actividades poco intensivas en conocimiento que limitan la demanda de I+D (como la producción de bienes básicos basados en recursos naturales y los servicios de baja productividad), los países más desarrollados lo hacen en manufacturas de alta tecnología y servicios basados en el conocimiento, sectores donde la I+D es clave para competir. Por eso, en esos países, el sector privado cumple un rol protagónico en la inversión en I+D.

En los últimos 30 años, las publicaciones científicas en Argentina crecieron, aunque a un ritmo menor que en otros países de la región

Evolución del número de publicaciones en SCOPUS

Evolución del número de publicaciones en SCOPUS, países seleccionados, 1990-2022
Fuente de datos: RICyT.

Entre 1990 y 2022 Argentina multiplicó por 10 la cantidad de publicaciones en Scopus, de aproximadamente 1.600 a más de 17.000. A pesar de ello, registra una de las tasas de crecimiento más bajas de América Latina: la cantidad de publicaciones aumentó 114 veces en Colombia, 33 en Brasil, 26 en Chile y 22 en México. En las últimas tres décadas, Argentina fue superada por todos estos países y pasó de ser el segundo país latinoamericano con más publicaciones (solo por detrás de Brasil) a ocupar el quinto lugar.

El nivel de patentamiento de Argentina está estancado y viene perdiendo posiciones respecto a otros países de la región

Solicitud de patentes según residencia del solicitante

Solicitud de patentes según residencia del solicitante, países seleccionados,1980-2023
Fuente de datos: WIPO IP Statistics Data Center.

Tomando diferentes indicadores se puede observar que la cantidad de solicitudes de patentamiento registradas por residentes argentinos cayó en comparación a la de países de nivel de ingreso similar y más todavía en comparación a la de países de ingreso alto.

La solicitud de patentamiento por residentes argentinos, en el país y a nivel internacional, se mantuvo en torno a las 1.000 solicitudes anuales entre 1980 y 2008 y, en la última década, se ubicó por debajo de este nivel (con las excepciones de 2016 y 2020). Esta evolución contrasta con la trayectoria global que, desde mediados de la década de 1990, registró un aumento significativo del nivel de solicitudes, como consecuencia del desarrollo de nuevas tecnologías y del fortalecimiento de las reglas de propiedad intelectual impulsadas por la OMC. Brasil es el país de la región con crecimiento más rápido, empezando además de niveles más altos. Mientras a principios de la década de 1980 las solicitudes de residentes argentinos representaban aproximadamente el 50% de las de Brasil, hoy esa cifra no supera el 10%. 

A nivel regional, América Latina y el Caribe redujo su participación en el total de solicitudes mundiales de 2,5% a 1,6% en el periodo 2013-2023. El resto de las regiones también redujo su participación global, con la excepción de Asia que, gracias a la tracción de China y otros países, amplió su participación del 58,4% al 68,7%. 

Asia también registra el nivel más alto de proporción de solicitud por residentes (más del 80%), por encima de Europa (55,1%), América del Norte (44,2%) y América Latina (13,4%) (WIPO, 2024). Esto sugiere que la región no sólo amplía su relevancia global en materia de propiedad intelectual, sino que también consolida su capacidad endógena de innovación. Es decir que buena parte de la producción de conocimiento proviene de actores locales. Esto contrasta con otras regiones donde la mayor proporción de las solicitudes que proviene de no residentes puede significar menores capacidades de desarrollo tecnológico propio o una mayor dependencia de actores externos.

Desde 2009, el CONICET es la principal institución pública de investigación de América Latina

Ranking de instituciones gubernamentales de investigación

Ranking de instituciones gubernamentales de investigación, América Latina (instituciones seleccionadas), 2009 y 2024
Fuente de datos: SIR – SCImago Institutions Rankings.

Argentina cuenta con un entramado de instituciones científico tecnológicas de larga data. Mientras que las universidades comenzaron a crearse entre el siglo XVII y XIX, las instituciones más vinculadas al extensionismo tecnológico (INTA e INTI), dedicadas a orientar la investigación científico tecnológica (CONICET) y a actividades específicas (como la CNEA-energía atómica- y CONAE-actividades espaciales-) en el siglo XX.

El CONICET muestra un desempeño destacado a nivel regional. Según el ranking SCImago, ocupa el primer puesto entre las instituciones gubernamentales de investigación de América Latina de forma ininterrumpida desde 2009, y el puesto número veinte a nivel global en esa misma categoría.

Mientras el CONICET mantuvo su liderazgo regional en los últimos 15 años, otras instituciones argentinas del mismo ámbito, como el INTA y la CNEA, descendieron en sus posiciones. En el caso de Brasil, se destaca la posición consolidada de EMBRAPA, el ascenso del CNPq, y la caída pronunciada de su Comisión Nacional de Energía Nuclear, en línea con la trayectoria descendente de la CNEA.

Si se considera el conjunto de todas las instituciones (no solo las de investigación), el CONICET se ubica en el puesto 224 a nivel global y en el tercer lugar en América Latina, solo por detrás de la Universidad de San Pablo y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Referencias

Citar este trabajo

Isaak P. y O’Farrell J. (2025). Ciencia y tecnología. Argendata. Fundar.

Agradecimientos

Se agradece la colaboración de Gisella Pascuariello en las etapas iniciales de investigación del tópico.

Bibliografía

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MINCYT (2014). Análisis del pantentamiento argentino entre 2008 y 2012. Dirección Nacional de Información Científica de la Subsecretaría de Estudios y Prospectiva perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

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World Intellectual Property Organization (WIPO) (2024). World Intellectual Property Indicators 2024.