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Claves sobre crecimiento y PIB

Investigación: Daniel Schteingart

El crecimiento económico es el incremento en la producción de bienes y servicios a lo largo de un período de tiempo. Como el Producto Interno Bruto (PIB) mide el total del valor de todos los bienes y servicios, el crecimiento se entiende habitualmente como el incremento del PIB.

Dependiendo del contexto, se entiende como crecimiento la variación positiva del PIB a secas (independientemente de qué ocurra con la población) o como el aumento del PIB per cápita (esto es, del PIB descontado el crecimiento poblacional).

¿Qué diferencia hay entre el PIB y el PIB per cápita?

Si bien están relacionados, el PIB y el PIB per cápita miden aspectos distintos de la economía. El PIB es la medida total del valor de todos los bienes y servicios producidos en un país durante un período determinado, independientemente del tamaño de la población. Mide la producción total de una nación y se utiliza para evaluar el tamaño de la economía de un país en términos absolutos. 

En tanto, el PIB per cápita es el PIB dividido por la población total del país. Este indicador es particularmente útil para comparar el nivel de vida entre diferentes países, ya que toma en cuenta el tamaño de la población. 

Ahora bien, un país con un PIB alto no necesariamente tendrá un alto PIB per cápita. Si la población es muy grande, puede ocurrir que el PIB per cápita sea bajo. A la inversa ocurre con países que tienen un PIB bajo pero tienen tan poca población que el PIB per cápita es muy alto.

Primeros diez países según PIB y PIB per cápita

Comparación de primeros diez países según PIB y PIB per cápita, 2021
Fuente de datos: Banco Mundial.

El gráfico permite ilustrar este punto, ya que muestra a los 10 países con mayor PIB en términos absolutos y a los 10 con mayor PIB per cápita. También se muestra qué posición ocupa cada país en ambas métricas. Los datos están en dólares corrientes, que es una de las formas posibles de comparar entre países.

Por ejemplo, en 2021, Estados Unidos fue la economía de mayor tamaño del mundo, pero, en términos per cápita, ocupó el puesto 9. En tanto, China fue la segunda economía más grande, pero tiene tanta población que en términos per cápita baja al puesto 83. El contraste es todavía mayor en el caso de India, que en 2021 ocupó el sexto puesto en el PIB total, pero el 159 en términos per cápita.

A la inversa, Mónaco fue en dicho año el país de mayor PIB per cápita del mundo. Pero, como su población es escasa, es una economía pequeña en términos absolutos; por ello, ocupó el puesto 151 en el PIB total. Algo parecido ocurre con Liechtenstein, Islandia, Luxemburgo, Qatar, Singapur, Islandia o Noruega.

En dólares corrientes, Argentina estuvo en el puesto 26 en PIB total en 2021, pero en el 84 en términos per cápita. Esto se debe a que somos un país relativamente poblado (puesto 31 a nivel global), y a que el grueso de los países poblados son más pobres que Argentina en términos per cápita. 

¿Cuándo conviene usar el crecimiento del PIB y cuándo el del PIB per cápita?

Medir el crecimiento del PIB o el del PIB per cápita depende del objetivo del análisis económico. El PIB es más adecuado cuando el enfoque está en comparar la capacidad económica total de diferentes países. Por ejemplo, si queremos evaluar la escala de una economía, o comparar la producción económica total de diferentes naciones, el PIB es el indicador más relevante. Es particularmente útil en contextos donde el tamaño absoluto de la economía es importante, como en el poder económico de un país, el tamaño de mercados potenciales para empresas, o para estudiar la capacidad de un país para pagar deudas externas. A menudo también se utiliza la tasa de crecimiento del PIB para ver la salud de una economía en el corto plazo y definir si está en recesión o en crecimiento.

En contraste, el PIB per cápita es preferible cuando el interés está en el nivel de vida o bienestar económico de los ciudadanos promedio de un país. Este indicador es particularmente útil para evaluar la evolución del desarrollo económico y social de un país a lo largo del tiempo, o para comparar los niveles de vida entre diferentes países en un momento dado. 

¿Por qué, a pesar de sus limitaciones, el PIB per cápita es un buen indicador de desarrollo?

A menudo se cuestiona el PIB per cápita por varias razones válidas. Por ejemplo, este indicador no refleja cómo se distribuye la riqueza dentro de un país (la distribución de la “torta”), ni considera los impactos ambientales del crecimiento económico. Además, tiende a omitir actividades cruciales para la reproducción social, como el trabajo doméstico no remunerado, y puede contabilizar de manera engañosa ciertas actividades que no generan un valor “productivo” tangible. Por ejemplo, si una persona cambia su modalidad de trabajo de presencial a teletrabajo, esto podría reflejarse en una reducción del PIB en el sector del transporte, aunque no necesariamente indique una disminución en el bienestar general.

A pesar de estas deficiencias, el PIB per cápita sigue siendo un indicador muy importante de desarrollo económico y social, ya que muestra una fuerte correlación con la gran mayoría de las variables asociadas a la calidad de vida.

Por ejemplo, en los gráficos a continuación se puede ver el estrecho vínculo que existe entre el PIB per cápita y variables como la expectativa de vida al nacer, los años de escolarización de la población, o el ingreso/consumo promedio de los hogares. El PIB per cápita también correlaciona fuertemente con variables como acceso a la infraestructura (electricidad, agua potable, telecomunicaciones, etc.), el porcentaje de personas por encima de la línea de pobreza, el ocio y también con la satisfacción en la vida de las personas.

PIB per cápita y expectativa de vida al nacer

Correlación entre la expectativa de vida al nacer y el PIB per cápita, 2021
Fuente de datos: Banco Mundial; Naciones Unidas.
Nota: PIB per cápita en dólares ajustado por PPA 2017.

PIB per cápita y promedio de años de escolarización

Correlación entre el promedio de años de escolarización y el PIB per cápita, 2021
Fuente de datos: Banco Mundial; Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Nota: 1. Los datos de Turkmenistán corresponden a 2020. / 2. PIB per cápita en dólares ajustado por PPA 2017. 3. Años de escolarización de la población de 25 años y más. / 3. Años de escolarización de la población de 25 años y más.

PIB per cápita e ingreso/consumo promedio 

Correlación entre el ingreso/consumo promedio y el PIB per cápita, 2021 o último año disponible
Fuente de datos: Banco Mundial.
Nota: 1. Ingreso/consumo promedio refiere al consumo o ingreso per cápita promedio para el total de la población, expresado en dólares ajustados por PPA 2017 por día. 2. PIB per cápita en dólares ajustado por PPA 2017.

Los gráficos anteriores nos muestran el nivel del PIB por habitante, pero no la evolución de esa medida en el tiempo. Es decir, no permite dar una idea de si esa sociedad está expandiendo sus capacidades y desarrollándose en términos per cápita. Es esta evolución o proceso lo que conocemos como crecimiento económico. Las grandes diferencias nacionales que existen actualmente en el PIB per cápita (es decir, las grandes brechas de niveles) se explican porque a lo largo de la historia las tasas de crecimiento económico fueron diferentes. Aquellos países que hoy tienen altos niveles de PIB per cápita crecieron más a lo largo de los siglos que aquellos que todavía son mayormente pobres.

¿De qué formas se puede medir el crecimiento económico?

La medición del PIB y, por ende, del crecimiento es una tarea compleja ya que requiere resumir en una única medida el valor de todos los bienes y servicios existentes en un país. 

Para empezar, no todos los bienes y servicios producidos suelen ser contabilizados: por ejemplo, las tareas realizadas en el hogar propio –como cocinar, limpiar, y cuidar a niños o personas mayores–, que son realizadas mayormente por mujeres, no se incluyen en las estimaciones del PIB a pesar de su valor intrínseco y su contribución crucial a la economía y la sociedad. Si estas actividades fueran remuneradas, contribuirían significativamente al PIB. Tampoco se consideran las actividades ilícitas, como por ejemplo el narcotráfico, que en algunos países constituyen una actividad de relevancia.

Por otro lado, la medición del PIB en el tiempo presenta varias dificultades, como por ejemplo cómo separar la variación de las cantidades producidas (que es lo que más importa) de la de los precios. La descomposición del PIB (por ejemplo, entre qué sectores se lo apropian, entre ramas de actividad o entre los destinos de la producción) tampoco es trivial. 

La complejidad en la medición del PIB y por ende del crecimiento también se ve cuando queremos comparar a países en un momento dado o a lo largo del tiempo. 

El gráfico a continuación muestra la evolución del PIB de Argentina bajo dos de las posibles métricas: en dólares corrientes y en dólares constantes de 2015. Como se ve, la primera serie es mucho más volátil que la segunda, lo que supone tasas de crecimiento mucho más heterogéneas. Ello ocurre porque en el PIB a dólares corrientes lo que se hace es tomar primero el PIB en moneda local (pesos) y dividirlo por el tipo de cambio oficial del año en cuestión. La alta volatilidad de esta serie se debe a que Argentina ha tenido una historia atravesada por fuertes ciclos de devaluación y apreciación del tipo de cambio. 

En contraste, el PIB en dólares constantes de 2015 solo mira la evolución de las cantidades producidas, de modo que es más ilustrativo para ver cuánto creció la economía argentina en términos absolutos. Debe tenerse en cuenta que esta métrica, al ser en “dólares constantes de 2015” parte del PIB en dólares corrientes de dicho año, al cual luego se le aplican las variaciones de las cantidades producidas para el resto de la serie. Es por ello que solo en 2015 ambas métricas son idénticas.

PIB corriente y constante de Argentina 

Evolución del PIB corriente y constante de Argentina (en millones de dólares de 2015), 1962-2022
Fuente de datos: Banco Mundial.

Una tercera forma para medir el crecimiento en función de las diferencias de PIB entre países es la que se conoce como “paridad de poder adquisitivo” (PPA, o PPP por sus siglas en inglés). Aquí lo que se hace es tener en cuenta que un dólar no compra lo mismo en un país que en otro. Por ejemplo, un salario de 1000 dólares compra muchos más bienes y servicios en un país como India que en Noruega. La PPA intenta dar cuenta de estas diferencias en el costo de vida entre países y aproximarse mejor al tamaño “real” de una economía, y al poder de compra de un ingreso dado. 

Es por ello que cuando se comparan niveles de desarrollo de países se estila usar las mediciones a PPA, o también conocidas como “dólares internacionales” debido a que facilitan la comparabilidad entre países. El gráfico a continuación permite observar la evolución del PIB per cápita en “dólares a PPA” para una amplia variedad de países. Nótese cómo Argentina ha tenido un crecimiento errático y débil desde 1990, y cómo a partir de 2014 fue superada por Chile. A su vez, el gráfico permite ver cómo China hace unos años que superó a Brasil y cómo, de seguir la tendencia, pronto lo hará con México, Argentina y Chile.

PIB per cápita de países seleccionados

Evolución del PIB per cápita, países seleccionados, 1990-2022
Fuente de datos: Banco Mundial.
Nota: PIB per cápita en dólares ajustado por PPA 2017.

Al igual que ocurre con el PIB en dólares constantes de 2015, la serie a PPA muestra la evolución de las cantidades producidas, en este caso ajustadas por habitante. De este modo, las variaciones interanuales son las mismas, lo que cambian son los niveles de las curvas y, por tanto, la situación relativa de los países.

Por lo general, los países más pobres tienden a dar mejor en las mediciones en PPA que en dólares corrientes o en dólares constantes de un determinado año, dado que los niveles de vida son más baratos que en los países desarrollados.