Al momento de escribir esta bienvenida, nos queda claro que los argentinos estamos frustrados con el actual estado de las cosas. Lo que queda menos claro, sin embargo, es que podamos precisar con exactitud cuál es el estado de las cosas. ¿Hay más pobres en la Argentina que en el resto de los países latinoamericanos? ¿Cuándo se jodió la Argentina? O mejor aún: ¿se jodió la Argentina? En uno de los países de mayor nominalidad del mundo, esa no es una respuesta obvia ni evidente, aunque sí hay una precisa. Argendata pone a disponibilidad del lector atento esa: la respuesta que vale. Porque sin conocer cómo estamos es imposible transformar la realidad.
Por la naturaleza misma de lo que nos proponemos Argendata es y será siempre un sitio en construcción. Nunca alcanzará su forma definitiva, la base de datos final y última consolidada que consagra una historia. Porque la historia que construimos es una historia activa y vibrante, Argendata también deberá serlo. Esta es la versión 0.1 de las muchas más que vendrán. Con más gráficos interactivos, cubriendo más tópicos y firmas de especialistas buscando lo que nos distingue, con sus luces y sus sombras.
Esta web viene a despejar la señal del ruido. Con un énfasis en lo estructural antes que en la coyuntura, que se nos escapa como agua entre los dedos. El lector tiene frente a si una web anti-clickbait, que destila lo que es importante de lo que no lo es. Para salir del griterío y recuperar la conversación basada en evidencia nace Argendata. Porque creemos que entender dónde estamos, cómo llegamos hasta acá, cómo estamos frente a los países vecinos y el mundo nos va a permitir entender mejor hacia dónde ir.
En el mejor conocimiento de la historia y de nuestro presente hay latente una promesa de futuro: en qué tenemos que cambiar la tendencia y qué cosas demandan continuidad del progreso alcanzado o incluso, aumentar el ritmo y la velocidad. Ganar en precisión para entender nuestro lugar en el mundo y en la carrera al desarrollo. Y hacerlo en los grandes ejes que definen el corazón de esa carrera: desempeño económico, calidad de vida, pobreza, desigualdad, mercado laboral, inflación y salarios, estructura productiva, además de muchos tópicos que se irán sumando en los próximos meses.
Pero no nos engañemos. La presentación de la evidencia pura y dura no resuelve de por sí ningún problema. Los gráficos y tablas valen si, y sólo si, dan respuesta a una buena pregunta. Y no solo eso. Los datos valen por las respuestas que contestan y a la vez por las preguntas que disparan. Valen porque no cierran la conversación: la mejoran, la multiplican. Esos son los datos que ponemos a disponibilidad en ArgenData para elevar el debate público.
Porque los datos valen en la interpretación: no dicen nada por sí solos. Necesitan un ventrílocuo. El dato sin teoría es inerme, carente de vida. Y peor aún: el dato sin teoría que lo contenga puede ser frustrante. Y hasta expulsivo. Subió la participación de personas en el mercado laboral, ¿es bueno o malo eso per se? ¿Qué motores detrás tiene ese cambio de dinámica y de tendencia?
Detrás de las entradas de Argendata hay un subtexto: la historia de la excepcionalidad argentina. Mirados de cerca, se sabe, todos los países son excepcionales. Esta es la historia de una excepcionalidad en particular: la nuestra. En relación con el Mundo con mayúsculas, con el vecindario regional y con nosotros mismos a lo largo del tiempo. Porque para entender cabalmente hay que comparar y para comparar hay que tener datos que sean efectivamente comparables.
Argendata es la construcción de una narrativa en base a gráficos, tablas y textos cortos para un público no especialista interesado en entender dónde estamos en serio. En el trazo grueso primero y en el matiz también. Aquí se presenta un recorte de lo que fuimos y de lo que somos como país. No es la historia con mayúsculas: es una historia que nos damos para separar la paja del trigo. Revelar nuestras fortalezas sin esconder nuestras debilidades.
No construimos este sitio monumental para reverberar en el decadentismo que está tan de moda. Sino para pelearle a ese decadentismo con datos, con precisiones que lo arrinconen y que lo vuelvan medible y por lo tanto, transformable. Porque para regodearse en la decadencia sobra gente. Argendata no cree, como se dice por ahí, que dato mata relato. El dato, para nosotros, es la excusa del relato que llama a la acción.
Repositorio de información con datos curados por especialistas y narrativa basada en evidencia de lo que constituye la especificidad argentina. Esas dos características definen a este sitio web que ponemos a disposición de la comunidad desde Fundar.
Porque somos una organización que construye bienes públicos de calidad.
Bienvenidos a Argendata.
