Pesca y acuicultura

Argentina cuenta con un litoral marítimo de 4.725 km de longitud, que se suman a los 11.325 km de las costas de la Antártida Argentina y las islas australes, y a un extenso sistema de ríos y lagos de agua dulce. Este vasto espacio acuático destaca por su diversidad biológica y constituye uno de los más amplios del mundo. Las condiciones naturales de la plataforma marítima y los ecosistemas de agua dulce ofrecen un entorno propicio para el desarrollo de actividades económicas vinculadas a la explotación sostenible de los recursos acuáticos. 

Con exportaciones anuales cercanas a los 2.000 millones de dólares, la pesca representa alrededor del 2% de las exportaciones argentinas. Sin embargo, a pesar de las condiciones naturales favorables y de un considerable desarrollo en las últimas décadas, el sector opera por debajo de su potencial. La escasa agregación de valor en los productos pesqueros, el bajo consumo interno, los límites que impone la capacidad natural de los ecosistemas marinos para reponerse y el limitado desarrollo de la acuicultura —la cría controlada de peces y mariscos en entornos naturales o artificiales— son cuatro factores clave que explican por qué Argentina no ha logrado convertir a la pesca y la acuicultura en un motor más potente del desarrollo productivo.

Mensajes clave

Argentina está entre los 35 países de mayor producción pesquera del mundo, aunque la actividad representa menos del 1% del total mundial

Argentina está entre los 35 países de mayor producción pesquera del mundo, aunque la actividad representa menos del 1% del total mundial

En 2023, Argentina produjo 841,7 mil toneladas de productos pesqueros (pescados y mariscos), equivalente al 0,4% mundial. Esto ubica al país en el puesto 34 sobre 239 con información disponible. A nivel global, la producción de pescados y mariscos está cómodamente liderada por China, que representa un 40,1% del total. Le siguen Indonesia (10,1%), India (7,6%), y Vietnam (3,8%). Dentro de América Latina, lidera Chile (1,8% del total mundial), seguido por Perú, México, Brasil y Ecuador. Argentina ocupa el sexto puesto a nivel regional.

Casi la totalidad de la producción pesquera de Argentina proviene del mar y se realiza bajo la forma de pesca de captura. En contraste, tanto la producción en agua dulce como la cría controlada de organismos (acuicultura) son muy reducidas. Por eso, Argentina gana participación cuando se analiza exclusivamente la pesca de captura marina —donde asciende al puesto 20 y representa el 1 % del total mundial—, mientras que su peso se vuelve marginal al observar la acuicultura o la pesca en agua dulce.

Principales países productores de alimentos de origen acuático

Principales productores de alimentos de origen acuático a partir de pesca de captura y acuicultura (en porcentaje), 2023
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO.

El pescado representa tan solo el 6% del consumo de carne animal de Argentina, una de las cifras más bajas del mundo

En Argentina, la participación del pescado y otros alimentos de origen acuático en el consumo de carne animal es del 5,9%, lo que nos ubica muy por debajo del promedio mundial (26,1%). Bangladesh lidera este ranking, con un valor del 85,5%, seguido de Camboya (76,7%) y Sierra Leona (71,7%). Otros países de la región, como México (15,1%), Chile (13,5%), Colombia (12,1%), Ecuador (10,7%) y Brasil (7,5%), si bien por debajo del promedio mundial, también registran valores superiores a Argentina.

Varios factores explican el bajo consumo de pescado: el predominio cultural de la carne vacuna, la falta de hábito y desconocimiento en la población argentina acerca de la preparación y de los beneficios nutricionales del pescado, la percepción de alto costo comparado contra otras carnes y cuestiones logísticas (dificultades para garantizar la cadena de frío y distribuir eficazmente el producto desde las costas hacia el resto del territorio).

Consumo de carne animal en distintos países

Consumo de carne animal por tipo de animal, países seleccionados (como porcentaje del total de kilogramos), 2022
Fuente de datos: Food Balances Sheet, FAO.
Nota: no se incluyen huevos ni lácteos.

La producción pesquera argentina dio un salto en el último cuarto del siglo XX pero se redujo desde entonces

La producción pesquera creció entre 1960 y finales de 1990, y especialmente en el último cuarto del siglo XX. La evolución ascendente se debió en primer lugar a la introducción de nuevas tecnologías, como los buques fresqueros en la década de 1970, seguidos por procesadores y congeladores a principios de la de 1980, que permitieron la incursión en áreas de pesca más distantes, resultando en un aumento significativo en la captura de peces. Además, durante este período, se implementaron políticas públicas que buscaron incentivar las inversiones en el sector. Bajo este escenario, la actividad aumentó fuertemente en la década de 1990.

Entre 1990 y 1997, las capturas se duplicaron, lo que llevó a una sobreexplotación crítica de los principales recursos. En 1997 se alcanzó un pico histórico de 1343 mil toneladas, seguido de un descenso significativo que culminó con la sanción del Régimen Federal de Pesca (Ley N° 24.922) en 1997 y de la Ley de Emergencia Pesquera (Ley N° 25.109) en 1999. Finalmente, la producción se estabilizó en torno a las 800 mil toneladas a partir de 2010, cuando comenzaron a implementarse las Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC), previstas por el Régimen Federal de Pesca.

Desde entonces, las capturas marinas fueron relativamente estables y acorde con los límites biológicos de las especies. La falta de desarrollo de la acuicultura —que permitiría incrementar la producción pesquera de modo sostenible— es uno de los factores que explica por qué no se logró retomar un sendero ascendente.

Evolución de las capturas marinas

Evolución de las capturas marinas, en Argentina (en miles de toneladas), 1950-2024
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO; Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca (SSRAyP).
Nota: los datos de FAO fueron empalmados a partir de la relación lineal con los datos de SSRAyP.

La pesca representa el 2% de las exportaciones en la actualidad, aunque su pico fue a comienzos de la década de 1990 con el 4%

Hasta mediados de la década de 1970, Argentina no exportaba productos pesqueros. Desde entonces, el sector comenzó a desarrollarse y a ganar peso en la canasta exportadora. En 1993, la pesca llegó a representar más del 4% de las exportaciones de bienes y servicios de Argentina y más del 5% si contamos sólo las de bienes. Sin embargo, entre dicho año y 2012, perdió peso sostenidamente hasta alcanzar apenas el 1,6% de las exportaciones de bienes y servicios en ese año. Desde entonces, se recuperó parcialmente, rondando el 2% en años recientes.

El declino de la participación de la pesca en las exportaciones desde la década de 1990 no obedece a una contracción absoluta de los montos exportados, sino a que otros sectores productivos crecieron más rápido. Por ejemplo, entre mediados de la década de 1990 y la primera década del siglo XX, Argentina experimentó un boom de su producción y exportación agropecuaria producto de cambios tecnológicos como la siembra directa y la adopción de organismos genéticamente modificados. También, la minería pasó de ser un complejo exportador marginal a uno relevante, producto del despegue de la producción metalífera a gran escala. A su vez, la puesta en marcha del MERCOSUR permitió incrementar las exportaciones de manufacturas de origen industrial a países como Brasil.

Desde 2013, la participación de la pesca en las exportaciones subió debido a dos factores. En primer lugar, el cambio en la composición de la canasta exportadora sectorial. Si bien no se registró un aumento en volumen de las exportaciones pesqueras totales, sí se registró un incremento relevante de las exportaciones (en volumen) de langostino, que tiene un precio internacional considerablemente mayor al de otras especies como la merluza hubbsi y el calamar. En segundo lugar, por el pobre desempeño de otros complejos exportadores, principalmente el de las manufacturas de origen industrial.

Exportaciones pesqueras en el total de exportaciones

Evolución de la participación de las exportaciones pesqueras en el total de exportaciones (en porcentaje), Argentina, 1962-2023
Fuente de datos: Atlas de la Complejidad Económica, Harvard Dataverse.

El lento desarrollo de la acuicultura y la limitada industrialización de la pesca explican por qué Argentina viene perdiendo peso en las exportaciones mundiales de productos pesqueros

Hasta mediados de los ‘70, Argentina era irrelevante en las exportaciones mundiales de productos pesqueros. El desarrollo de la actividad desde fines de dicha década permitió elevar gradualmente ese porcentaje hasta el 1,9% en 1996 —año de máxima sobrepesca de merluza— para retroceder al 1,1% en 2005. Desde entonces, se ha estabilizado en torno a dicha cifra. El postergado desarrollo de la acuicultura —que limitó una mayor producción en cantidades— y la baja agregación de valor a la producción pesquera —que se refleja en que más del 80% de las exportaciones son productos primarios en lugar de manufacturas, con mayor precio por tonelada— explican este desempeño.

La trayectoria argentina de largo plazo contrasta con la de países como Chile o Vietnam, que lograron sostener una participación creciente en las exportaciones de productos pesqueros gracias a la acuicultura y la industrialización del recurso. El desarrollo de la cría de salmones y el agregado de valor a partir de la exportación de filetes permitió a Chile pasar de ser irrelevante en las exportaciones pesqueras a principios de la década de 1970 a dar cuenta más del 5% mundial en la actualidad. El caso de Vietnam también sobresale: hasta 1980 era marginal en las exportaciones pesqueras mundiales, pero desde entonces su participación creció aceleradamente hasta superar el 5% en gran parte de los últimos años. Esto se explica por el gran avance de la acuicultura (que hoy da cuenta de más del 50% de la producción sectorial) y el desarrollo de una importante industria procesadora de pescados y mariscos, que permite al país exportar desde pescados frescos hasta productos manufacturados como el surimi (una pasta de pescado que se usa en diversas preparaciones).

Argentina y otros países en las exportaciones mundiales de pescados y mariscos

Participación de Argentina y otros países en las exportaciones mundiales de pescados y mariscos (en porcentaje de los valores exportados), 1976-2023
Fuente de datos: Atlas de la Complejidad Económica, Harvard Dataverse.

Mensajes clave

Argentina está entre los 35 países de mayor producción pesquera del mundo, aunque la actividad representa menos del 1% del total mundial

En 2023, Argentina produjo 841,7 mil toneladas de productos pesqueros (pescados y mariscos), equivalente al 0,4% mundial. Esto ubica al país en el puesto 34 sobre 239 con información disponible. A nivel global, la producción de pescados y mariscos está cómodamente liderada por China, que representa un 40,1% del total. Le siguen Indonesia (10,1%), India (7,6%), y Vietnam (3,8%). Dentro de América Latina, lidera Chile (1,8% del total mundial), seguido por Perú, México, Brasil y Ecuador. Argentina ocupa el sexto puesto a nivel regional.

Casi la totalidad de la producción pesquera de Argentina proviene del mar y se realiza bajo la forma de pesca de captura. En contraste, tanto la producción en agua dulce como la cría controlada de organismos (acuicultura) son muy reducidas. Por eso, Argentina gana participación cuando se analiza exclusivamente la pesca de captura marina —donde asciende al puesto 20 y representa el 1 % del total mundial—, mientras que su peso se vuelve marginal al observar la acuicultura o la pesca en agua dulce.

Principales países productores de alimentos de origen acuático

Principales productores de alimentos de origen acuático a partir de pesca de captura y acuicultura (en porcentaje), 2023
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO.

El pescado representa tan solo el 6% del consumo de carne animal de Argentina, una de las cifras más bajas del mundo

En Argentina, la participación del pescado y otros alimentos de origen acuático en el consumo de carne animal es del 5,9%, lo que nos ubica muy por debajo del promedio mundial (26,1%). Bangladesh lidera este ranking, con un valor del 85,5%, seguido de Camboya (76,7%) y Sierra Leona (71,7%). Otros países de la región, como México (15,1%), Chile (13,5%), Colombia (12,1%), Ecuador (10,7%) y Brasil (7,5%), si bien por debajo del promedio mundial, también registran valores superiores a Argentina.

Varios factores explican el bajo consumo de pescado: el predominio cultural de la carne vacuna, la falta de hábito y desconocimiento en la población argentina acerca de la preparación y de los beneficios nutricionales del pescado, la percepción de alto costo comparado contra otras carnes y cuestiones logísticas (dificultades para garantizar la cadena de frío y distribuir eficazmente el producto desde las costas hacia el resto del territorio).

Consumo de carne animal en distintos países

Consumo de carne animal por tipo de animal, países seleccionados (como porcentaje del total de kilogramos), 2022
Fuente de datos: Food Balances Sheet, FAO.
Nota: no se incluyen huevos ni lácteos.

La producción pesquera argentina dio un salto en el último cuarto del siglo XX pero se redujo desde entonces

La producción pesquera creció entre 1960 y finales de 1990, y especialmente en el último cuarto del siglo XX. La evolución ascendente se debió en primer lugar a la introducción de nuevas tecnologías, como los buques fresqueros en la década de 1970, seguidos por procesadores y congeladores a principios de la de 1980, que permitieron la incursión en áreas de pesca más distantes, resultando en un aumento significativo en la captura de peces. Además, durante este período, se implementaron políticas públicas que buscaron incentivar las inversiones en el sector. Bajo este escenario, la actividad aumentó fuertemente en la década de 1990.

Entre 1990 y 1997, las capturas se duplicaron, lo que llevó a una sobreexplotación crítica de los principales recursos. En 1997 se alcanzó un pico histórico de 1343 mil toneladas, seguido de un descenso significativo que culminó con la sanción del Régimen Federal de Pesca (Ley N° 24.922) en 1997 y de la Ley de Emergencia Pesquera (Ley N° 25.109) en 1999. Finalmente, la producción se estabilizó en torno a las 800 mil toneladas a partir de 2010, cuando comenzaron a implementarse las Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC), previstas por el Régimen Federal de Pesca.

Desde entonces, las capturas marinas fueron relativamente estables y acorde con los límites biológicos de las especies. La falta de desarrollo de la acuicultura —que permitiría incrementar la producción pesquera de modo sostenible— es uno de los factores que explica por qué no se logró retomar un sendero ascendente.

Evolución de las capturas marinas

Evolución de las capturas marinas, en Argentina (en miles de toneladas), 1950-2024
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO; Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca (SSRAyP).
Nota: los datos de FAO fueron empalmados a partir de la relación lineal con los datos de SSRAyP.

La pesca representa el 2% de las exportaciones en la actualidad, aunque su pico fue a comienzos de la década de 1990 con el 4%

Hasta mediados de la década de 1970, Argentina no exportaba productos pesqueros. Desde entonces, el sector comenzó a desarrollarse y a ganar peso en la canasta exportadora. En 1993, la pesca llegó a representar más del 4% de las exportaciones de bienes y servicios de Argentina y más del 5% si contamos sólo las de bienes. Sin embargo, entre dicho año y 2012, perdió peso sostenidamente hasta alcanzar apenas el 1,6% de las exportaciones de bienes y servicios en ese año. Desde entonces, se recuperó parcialmente, rondando el 2% en años recientes.

El declino de la participación de la pesca en las exportaciones desde la década de 1990 no obedece a una contracción absoluta de los montos exportados, sino a que otros sectores productivos crecieron más rápido. Por ejemplo, entre mediados de la década de 1990 y la primera década del siglo XX, Argentina experimentó un boom de su producción y exportación agropecuaria producto de cambios tecnológicos como la siembra directa y la adopción de organismos genéticamente modificados. También, la minería pasó de ser un complejo exportador marginal a uno relevante, producto del despegue de la producción metalífera a gran escala. A su vez, la puesta en marcha del MERCOSUR permitió incrementar las exportaciones de manufacturas de origen industrial a países como Brasil.

Desde 2013, la participación de la pesca en las exportaciones subió debido a dos factores. En primer lugar, el cambio en la composición de la canasta exportadora sectorial. Si bien no se registró un aumento en volumen de las exportaciones pesqueras totales, sí se registró un incremento relevante de las exportaciones (en volumen) de langostino, que tiene un precio internacional considerablemente mayor al de otras especies como la merluza hubbsi y el calamar. En segundo lugar, por el pobre desempeño de otros complejos exportadores, principalmente el de las manufacturas de origen industrial.

Exportaciones pesqueras en el total de exportaciones

Evolución de la participación de las exportaciones pesqueras en el total de exportaciones (en porcentaje), Argentina, 1962-2023
Fuente de datos: Atlas de la Complejidad Económica, Harvard Dataverse.

El lento desarrollo de la acuicultura y la limitada industrialización de la pesca explican por qué Argentina viene perdiendo peso en las exportaciones mundiales de productos pesqueros

Hasta mediados de los ‘70, Argentina era irrelevante en las exportaciones mundiales de productos pesqueros. El desarrollo de la actividad desde fines de dicha década permitió elevar gradualmente ese porcentaje hasta el 1,9% en 1996 —año de máxima sobrepesca de merluza— para retroceder al 1,1% en 2005. Desde entonces, se ha estabilizado en torno a dicha cifra. El postergado desarrollo de la acuicultura —que limitó una mayor producción en cantidades— y la baja agregación de valor a la producción pesquera —que se refleja en que más del 80% de las exportaciones son productos primarios en lugar de manufacturas, con mayor precio por tonelada— explican este desempeño.

La trayectoria argentina de largo plazo contrasta con la de países como Chile o Vietnam, que lograron sostener una participación creciente en las exportaciones de productos pesqueros gracias a la acuicultura y la industrialización del recurso. El desarrollo de la cría de salmones y el agregado de valor a partir de la exportación de filetes permitió a Chile pasar de ser irrelevante en las exportaciones pesqueras a principios de la década de 1970 a dar cuenta más del 5% mundial en la actualidad. El caso de Vietnam también sobresale: hasta 1980 era marginal en las exportaciones pesqueras mundiales, pero desde entonces su participación creció aceleradamente hasta superar el 5% en gran parte de los últimos años. Esto se explica por el gran avance de la acuicultura (que hoy da cuenta de más del 50% de la producción sectorial) y el desarrollo de una importante industria procesadora de pescados y mariscos, que permite al país exportar desde pescados frescos hasta productos manufacturados como el surimi (una pasta de pescado que se usa en diversas preparaciones).

Argentina y otros países en las exportaciones mundiales de pescados y mariscos

Participación de Argentina y otros países en las exportaciones mundiales de pescados y mariscos (en porcentaje de los valores exportados), 1976-2023
Fuente de datos: Atlas de la Complejidad Económica, Harvard Dataverse.

La pesca en la Argentina de hoy

Argentina tiene condiciones naturales propicias para el desarrollo de la pesca y la acuicultura. A pesar de este gran potencial, la relevancia de Argentina en la pesca mundial es acotada y el consumo local de productos de pescado es muy bajo. Si bien las exportaciones no son nada despreciables, son menores a lo que podría esperarse dada la gran extensión de recursos acuáticos.

¿Qué tan importante es Argentina en la industria pesquera mundial? ¿Cuán importante es la pesca en la economía argentina? ¿Qué productos pesqueros exportamos? ¿Cuánto pescado consumimos? ¿Cuán importante es la acuicultura?

Argentina está entre los 35 países de mayor producción pesquera del mundo, aunque la actividad representa menos del 1% del total mundial 

Principales países productores de alimentos de origen acuático

Principales productores de alimentos de origen acuático a partir de pesca de captura y acuicultura (en porcentaje), 2023
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO.

En 2023, Argentina produjo 841,7 mil toneladas de productos pesqueros (pescados y mariscos), equivalente al 0,4% mundial. Esto ubica al país en el puesto 34 sobre 239 con información disponible. A nivel global, la producción de pescados y mariscos está cómodamente liderada por China, que representa un 40,1% del total. Le siguen Indonesia (10,1%), India (7,6%), y Vietnam (3,8%). Dentro de América Latina, lidera Chile (1,8% del total mundial), seguido por Perú, México, Brasil y Ecuador. Argentina ocupa el sexto puesto a nivel regional.

Casi la totalidad de la producción pesquera de Argentina proviene del mar y se realiza bajo la forma de pesca de captura. En contraste, tanto la producción en agua dulce como la cría controlada de organismos (acuicultura) son muy reducidas. Por eso, Argentina gana participación cuando se analiza exclusivamente la pesca de captura marina —donde asciende al puesto 20 y representa el 1 % del total mundial—, mientras que su peso se vuelve marginal al observar la acuicultura o la pesca en agua dulce.

Si bien la pesca representa apenas el 0,3 % del PIB argentino, su relevancia aumenta al considerar sus exportaciones

Principales complejos exportadores de bienes

Exportaciones de los principales complejos exportadores de bienes (en millones de dólares), 2024
Fuente de datos: Exportaciones por complejos exportadores-Revisión 2018, INDEC.

En 2024, el complejo pesquero exportó 2.007 millones de dólares. Esto representó el 2,1% de las exportaciones totales y el 2,5% si consideramos únicamente las exportaciones de bienes. En el mismo año representó el 0,3% del PIB argentino, por lo que la contribución a las exportaciones argentinas es unas 7 veces mayor a su aporte al PIB. Esta particularidad se explica porque al menos el 75% de la producción de pescados y mariscos se destina a mercados externos, mientras que menos del 25% se consume internamente (Instituto de Estudios y Formación, 2023). El complejo pesquero fue el octavo complejo exportador de bienes del país, solo por debajo del complejo sojero, petrolero-petroquímico, automotriz, maicero, oro y plata, cárnico y triguero, y por encima de complejos como el de girasol, cebada, lácteos o uva. 

A pesar de la relevancia de la pesca como complejo exportador, la composición de las exportaciones muestra un grado bajo de elaboración 

Composición de las exportaciones pesqueras

Composición de las exportaciones pesqueras argentinas (en porcentaje del valor exportado), 2024
Fuente de datos: Sistema de Consulta de Comercio Exterior de Bienes-Base de datos agregada, INDEC.
Nota: PP, Productos primarios. MOA, Manufacturas de origen agropecuario.

Las exportaciones pesqueras están compuestas principalmente por productos primarios, que representaron el 84% del valor exportado en 2024. En contraste, tan solo un 16% de los productos pesqueros son manufacturados (MOA). A modo de ejemplo, Argentina exporta mucho más langostinos sin procesar (sólo congelados) que langostinos elaborados, como los pelados, desvenados o empaquetados. Esta estructura exportadora refleja una baja agregación de valor en el sector, lo que limita tanto el ingreso de divisas como el potencial de generación de empleo. 

Entre los productos primarios pesqueros, predominan los crustáceos, que en 2024 representaron el 54% del total exportado, mientras que las exportaciones de moluscos representaron el 19,7% y las de pescados sin procesar, el 10,8%. Entre los productos manufacturados, predominan los filetes y demás carnes de pescado, que dieron cuenta del 13,4% del valor total exportado.

La pesca argentina está concentrada en tres especies: merluza, langostino y calamar

Principales desembarques pesqueros

Composición de los desembarques pesqueros (en porcentaje de toneladas), 2024
Fuente de datos: Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca (SSRAyP).

En 2024, el 84% de los desembarques correspondieron a tres especies: merluza hubbsi, calamar illex y langostino. Si sumamos a otras siete especies (corvina blanca, merluza de cola, caballa, polaca, pescadilla, rayas y pez palo), tenemos que las diez especies representaron cerca del 94% de los desembarques marítimos. 

La merluza hubbsi es actualmente (y ha sido históricamente) la especie más capturada, representando el 37,9% de las capturas totales en 2024. Le siguen el langostino, con el 27% de las capturas, y el calamar, con el 18,8%. 

Por lejos, la principal especie exportada es el langostino, en donde Argentina es además uno de los principales jugadores mundiales 

Principales exportaciones pesqueras

Exportaciones de las tres principales especies (como porcentaje del valor exportado), 2024
Fuente de datos: Sistema de Consulta de Comercio Exterior de Bienes-Base de datos agregada, INDEC.

Si bien la merluza hubbsi es la principal especie en capturas y en exportaciones por volumen, el langostino es cómodamente el principal producto pesquero de exportación si lo miramos en valores exportados. En 2024, Argentina exportó USD 988 millones de langostino, representando alrededor de la mitad del valor total de las exportaciones pesqueras. A nivel global, Argentina destaca dentro de los exportadores de langostinos congelados: en 2023, fue el quinto exportador global sólo por detrás de Ecuador, India, Vietnam e Indonesia, con más del 4% de las exportaciones mundiales de este producto.

¿Por qué razones el langostino lidera en exportaciones pesqueras a pesar de representar menos capturas que la merluza? Un primer factor es que el precio por tonelada del langostino es mayor al de otras especies: en 2024, fue de USD 6.418 por tonelada, contra USD 2.496 de la merluza y USD 2.552 del calamar. En segundo lugar, la merluza tiene un consumo interno considerablemente mayor al del langostino (Carciofi et al., 2021).

Mar del Plata es el principal puerto pesquero del país

Principales puertos pesqueros

Ubicación y participación de los principales puertos operativos para la pesca marítima (como porcentaje del total de desembarques), 2024
Fuente de datos: Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca (SSRAyP).
Nota: porcentaje calculado a partir de las toneladas de cada desembarque.

La actividad pesquera marítima se desarrolla principalmente en las cinco provincias con litoral marítimo, aunque la mayor parte se concentra en Buenos Aires, donde Mar del Plata destaca como el puerto principal con el 44,6% de los desembarques totales de origen marítimo. Le siguen Puerto Madryn (19,1%) y Puerto Rawson (11,7%) en Chubut, Puerto Deseado (8,4%) y Caleta Paula (5,4%) en Santa Cruz, y Ushuaia (3,9%) en Tierra del Fuego.

La distribución regional de los desembarques cambia con frecuencia, debido a que en la pesca inciden factores ambientales, biológicos y de manejo que hacen que las zonas de captura varíen año a año. Un ejemplo claro es el langostino: durante varios años se descargó principalmente en Puerto Deseado, Puerto Madryn y Caleta Paula, pero en 2023 los mayores desembarques se registraron en Puerto Rawson, seguido por Puerto Madryn y Puerto Deseado (Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca, 2024). Por eso, la importancia de cada puerto no es fija, sino que depende de cómo se van desplazando las áreas de pesca.

Por fuera del litoral marítimo, está la pesca continental, que se desarrolla mayormente de modo artesanal en la Cuenca del Plata y, sobre todo, en los ríos Paraná y Uruguay. El volumen de capturas de la pesca continental es muy reducido comparado con el marítimo, razón por la cual el impacto de las provincias como Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco o Formosa en el total de la producción pesquera argentina no llega al 5%1

La acuicultura en Argentina es todavía marginal, a diferencia de lo que viene ocurriendo en el mundo y la región

Principales productores acuícolas de América Latina

Producción acuícola en países seleccionados de América Latina (en miles de toneladas de peso vivo), 2023
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO.

La acuicultura es la crianza controlada de organismos acuáticos —como peces, moluscos, crustáceos y algas— en ambientes marinos o de agua dulce. Comparado con la pesca de captura, su potencial de crecimiento es mucho mayor, dado que los límites biológicos y ambientales de las poblaciones silvestres ya están alcanzados o incluso sobreexplotados, mientras que la acuicultura permite aumentar la producción bajo condiciones controladas, optimizando el uso del espacio y los recursos naturales. Esto explica por qué, a nivel global, fue el sector alimenticio de mayor crecimiento en lo que va del siglo XXI (FAO, 2018).

A tal punto creció la acuicultura, que en 2012 por primera vez pasó a ser más importante a nivel global que la pesca de captura, dando cuenta del 51% de la producción de animales acuáticos (FAO, 2024). A pesar de este crecimiento, la acuicultura sigue concentrada en un número reducido de países, principalmente de Asia, región que concentra el 91% de la producción acuícola global. 

Latinoamérica y el Caribe es la segunda región productora acuícola del mundo, con Chile, Ecuador y Brasil como jugadores destacados. En 2023, la región produjo un total de 4,5 millones de toneladas, lo que representó el 3,3% de la producción mundial y el 27,8% de la producción regional de peces y mariscos. Sin embargo, Argentina es un actor aún irrelevante en este campo: en 2023, la producción fue de 5,5 mil toneladas. Esto es equivalente al 0,4% de la producción acuícola de Chile y el 0,45% de la de Ecuador. Comparada con la pesca de captura en Argentina, la acuicultura todavía representa menos del 0,7% de la producción total. La limitada actividad acuícola está concentrada mayormente en dos especies: la trucha arcoiris en la Patagonia y el pacú en el NEA, que conjuntamente representan el 96% de las especies cultivadas (Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, 2024). 

El consumo de pescado en Argentina está por debajo del promedio mundial y de países de la región 

Principales países consumidores de pescados y otros productos de mar

Consumo per cápita de pescados y otros productos de mar en países seleccionados (en kilogramos por año), 2022
Fuente de datos: Food Balances Sheet, FAO.

El consumo de productos de mar en Argentina es de 7,1 kg per cápita al año, lo que nos ubica en el puesto 128 sobre 185 países en este indicador. Es un valor muy bajo en comparación con otros países del mundo y de la región. Países insulares como Maldivas o Islandia lideran el ranking con 87,1 y 80 kg per cápita al año, respectivamente. En otros países latinoamericanos, como Chile, Colombia y Brasil, el consumo per cápita también es más elevado que Argentina (14,4, 8,7 y 8 kg, respectivamente). El promedio mundial es de 18,7 kg, es decir, 2,6 veces el consumo per cápita argentino.

El pescado representa tan solo el 6% del consumo de carne animal de Argentina, una de las cifras más bajas del mundo 

Consumo de carne animal en distintos países

Consumo de carne animal por tipo de animal, países seleccionados (como porcentaje del total de kilogramos), 2022
Fuente de datos: Food Balances Sheet, FAO.
Nota: no se incluyen huevos ni lácteos.

En Argentina, la participación del pescado y otros alimentos de origen acuático en el consumo de carne animal es el 5,9%, lo que nos ubica muy por debajo del promedio mundial (26,1%). Bangladesh lidera este ranking, con un valor del 85,5%, seguido de Camboya (76,7%) y Sierra Leona (71,7%). Otros países de la región, como México (15,1%), Chile (13,5%), Colombia (12,1%), Ecuador (10,7%) y Brasil (7,5%), si bien por debajo del promedio mundial, también registran valores superiores a Argentina.

Varios factores explican el bajo consumo de pescado: el predominio cultural de la carne vacuna, la falta de hábito y desconocimiento en la población argentina acerca de la preparación y de los beneficios nutricionales del pescado, la percepción de alto costo comparado contra otras carnes y cuestiones logísticas (dificultades para garantizar la cadena de frío y distribuir eficazmente el producto desde las costas hacia el resto del territorio).

Los pescados y mariscos ganan peso en la dieta de la población de mayores ingresos

Consumo de pescados y mariscos según decil

Participación de los pescados y mariscos en el gasto en alimentos, por decil de ingresos, 2017/2018
Fuente de datos: Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017 / 2018, Base de gastos de consumo de los hogares, INDEC.

En Argentina, el consumo de pescado es, en general, bajo. Sin embargo, existen diferencias importantes según el nivel de ingresos de los hogares. En los sectores con menos recursos, el gasto en pescado apenas ronda el 1% del total destinado a alimentos. En cambio, en el decil 10 (10% de mayores ingresos), el consumo de pescados y mariscos alcanza el 2,5% del gasto en alimentos.

Estas diferencias se explican, sobre todo, por el consumo de mariscos (como calamar y langostinos), y pescados importados relevantes en la dieta argentina, como el salmón y el atún en conserva. En contraste, la merluza y los pescados de río son más transversales a los distintos estratos sociales.

Evolución de la pesca en Argentina

La pesca en Argentina data de la época precolombina, cuando pueblos originarios ya practicaban la recolección de recursos marinos y fluviales a pequeña escala. Sin embargo, hasta mediados del siglo XX, era poco relevante dado que la economía se centraba principalmente en la agricultura y la ganadería. El sector empezó a cambiar desde la segunda mitad del siglo XX, producto de la modernización de las flotas pesqueras, políticas públicas que incentivaron el sector y la creciente demanda internacional por pescados y mariscos.

¿Cómo evolucionó la pesca en Argentina?

La producción pesquera argentina dio un salto en el último cuarto del siglo XX, pero se redujo desde entonces 

Evolución de las capturas marinas

Evolución de las capturas marinas, en Argentina (en miles de toneladas), 1950-2024
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO; Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca (SSRAyP).
Nota: los datos de FAO fueron empalmados a partir de la relación lineal con los datos de SSRAyP.

La producción pesquera creció entre 1960 y finales de 1990, y especialmente en el último cuarto del siglo XX. La evolución ascendente se debió en primer lugar a la introducción de nuevas tecnologías, como los buques fresqueros en la década de 1970, seguidos por procesadores y congeladores a principios de la década de 1980, que permitieron la incursión en áreas de pesca más distantes, resultando en un aumento significativo en la captura de peces. Además, durante este período, se implementaron políticas públicas que buscaron incentivar las inversiones en el sector. Bajo este escenario, la actividad aumentó fuertemente en la década de 1990. 

Entre 1990 y 1997, las capturas se duplicaron, lo que llevó a una sobreexplotación crítica de los principales recursos. En 1997 se alcanzó un pico histórico de 1.343 mil toneladas, seguido de un descenso significativo que culminó con la sanción del Régimen Federal de Pesca (Ley N° 24.922) en 1997 y de la Ley de Emergencia Pesquera (Ley N° 25.109) en 1999. Finalmente, la producción se estabilizó en torno a las 800 mil toneladas a partir de 2010, cuando comenzaron a implementarse las Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC), previstas por el Régimen Federal de Pesca.

Desde entonces, las capturas marinas fueron relativamente estables y acorde con los límites biológicos de las especies. La falta de desarrollo de la acuicultura —que permitiría incrementar la producción pesquera de modo sostenible— es uno de los factores que explica por qué no se logró retomar un sendero ascendente.

La disminución de las capturas de pesca en el siglo XXI se explica por la imposición de cuotas, especialmente para la merluza

Evoluciones de capturas de merluza hubbsi y de la Captura Máxima Permisible

Evolución de las capturas de merluza hubbsi y de la Captura Máxima Permisible (en miles de toneladas), 1989-2024
Fuente de datos: Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca (SSRAyP) y Consejo Federal Pesquero.

La implementación del sistema de Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC) en la pesca de merluza hubbsi —históricamente la especie más capturada en Argentina— marcó un antes y un después en la gestión pesquera del país. Este mecanismo, establecido por la Ley de Régimen Federal de Pesca (Ley 24.922) y puesto en marcha en 2010, buscó equilibrar el cuidado del recurso con la sostenibilidad económica de la actividad, tras años de sobreexplotación que pusieron en riesgo la especie (Colli et al., 2024).

Desde entonces, las CITC han generado cambios importantes: por un lado, mejoraron el estado del recurso, ya que desde su aplicación no se ha superado ni una vez el límite de captura anual fijado por el Consejo Federal Pesquero. Por otro lado, ayudaron a estabilizar la actividad, evitando las grandes fluctuaciones que ocurrían antes gracias a un manejo más previsible y sostenible del recurso.

Tras la sobreexplotación de la merluza en la década de 1990, la participación de los peces en el total de la pesca cayó 

Evolución de las capturas marinas por grandes grupos

Evolución de la composición de las capturas marinas por grandes grupos en Argentina (en porcentaje), 1989-2024
Fuente de datos: Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca (SSRAyP).

La evolución de largo plazo de la producción pesquera ha sido dispar según el grupo de especie. Los peces han liderado los desembarques desde fines de la década de 1980. Sin embargo, han disminuido su importancia relativa desde la segunda mitad de la década de 1990, tras la sobreexplotación de la merluza hubbsi. La baja de las capturas de peces fue parcialmente compensada por el auge de los crustáceos —mayormente langostinos—, cuya producción creció con fuerza entre 2005 y 2018. De este modo, la participación de los peces en las capturas pasó de aproximadamente el 75% en la década de 1990 a cerca del 50% en la actualidad, mientras que la de los crustáceos creció de menos del 5% a más del 25%. Por último, los moluscos tuvieron una participación oscilante (entre el 5% y el 35%), asociada a los vaivenes en las capturas de calamar.

Desembarques anuales de las principales especies

Evolución de desembarques anuales de las principales especies: merluza hubbsi, langostino y calamar (en miles de toneladas), 1989-2024
Fuente de datos: Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca (SSRAyP).

La participación de la pesca en el PIB argentino fue marginal hasta la década de 1970 y ha crecido desde entonces, aunque nunca superó el 0,5%

Participación del PIB pesquero en el total

Evolución de la participación del PIB pesquero en el total (en porcentaje), 1935-2024
Fuente de datos: Cuentas Nacionales - PIB por sectores, Fundación Norte y Sur; Cuentas Nacionales - Agregados macroeconómicos (PIB), INDEC.

Hasta mediados de la década de 1970, la participación de la pesca en el PIB argentino se mantuvo estancada en torno al 0,1%. El fuerte aumento de las capturas marinas desde mediados de la década de 1970 hizo que el sector ganara participación sostenida en el PIB durante el último cuarto del siglo XX. 

El pico de participación se alcanzó en 2002, con un 0,48% del PIB. Este valor refleja tanto el crecimiento sostenido de las capturas hasta fines de la década de 1990 como el impacto de la fuerte devaluación del peso ese año. Como la pesca es un sector principalmente exportador, la suba del tipo de cambio se traduce en aumentos de precios mayores que los del promedio de la economía, lo que eleva su peso en el PIB medido a precios corrientes durante estos episodios.

Después de 2002, la participación del sector en el PIB se estancó, ubicándose en torno al 0,3% en los años recientes. La implementación de cuotas de captura y la demora en el desarrollo de la acuicultura limitaron el crecimiento del sector.

La Provincia de Buenos Aires ha sido históricamente la de mayor participación en el PIB pesquero nacional, aunque en la última década ha crecido la participación de Chubut

Participación provincial en el PIB pesquero nacional

Evolución de la participación provincial en el PIB pesquero nacional (en % del total país), 2004-2023
Fuente de datos: Desagregación provincial del valor agregado bruto de la Argentina, base 2004, CEPAL; Ministerio de Economía.
Nota: datos calculados a precios constantes de 2004.

Con una participación del 30 % en el PIB pesquero durante las últimas dos décadas, Buenos Aires ha sido la provincia que más ha contribuido al sector, impulsada principalmente por la actividad del puerto de Mar del Plata. 

Sin embargo, en la última década Chubut ha cobrado gran importancia. Esto se debe a un cambio en la especie objetivo de las empresas pesqueras, que viraron de la merluza hubbsi (pescada mayormente en las costas bonaerenses) al langostino (pescado mayormente en las costas chubutenses). De este modo, Chubut ha incrementado notoriamente su participación en el PIB pesquero, pasando del 19,4% en 2012 al 28,4% en la actualidad. Desde 2004, Santa Cruz también ha estado en el podio de las provincias más pesqueras, con una participación promedio del 26,7%.

En contraste, Tierra del Fuego ha perdido participación en la actividad pesquera nacional. Pasó del 13,8% en 2004 al 5% en 2023, producto de una disminución sostenida en las capturas de merluza de cola y polaca, las dos especies más relevantes en la provincia. 

La pesca representa el 2% de las exportaciones en la actualidad, aunque su pico fue a comienzos de la década de 1990 con el 4% 

Exportaciones pesqueras en el total de exportaciones

Evolución de la participación de las exportaciones pesqueras en el total de exportaciones (en porcentaje), Argentina, 1962-2023
Fuente de datos: Atlas de la Complejidad Económica, Harvard Dataverse.

Hasta mediados de la década de 1970, Argentina no exportaba productos pesqueros. Desde entonces, el sector comenzó a desarrollarse y a ganar peso en la canasta exportadora. En 1993, la pesca llegó a representar más del 4% de las exportaciones de bienes y servicios de Argentina y más del 5% si contamos sólo las de bienes. Sin embargo, entre dicho año y 2012, perdió peso sostenidamente hasta alcanzar apenas el 1,6% de las exportaciones de bienes y servicios en ese año. Desde entonces, se recuperó parcialmente, rondando el 2% en años recientes.

El declino de la participación de la pesca en las exportaciones desde la década de 1990 no obedece a una contracción absoluta de los montos exportados, sino a que otros sectores productivos crecieron más rápido. Por ejemplo, entre mediados de la década de 1990 y la primera década del siglo XX, Argentina experimentó un boom de su producción y exportación agropecuaria producto de cambios tecnológicos como la siembra directa y la adopción de organismos genéticamente modificados. También, la minería pasó de ser un complejo exportador marginal a uno relevante, producto del despegue de la producción metalífera a gran escala. A su vez, la puesta en marcha del MERCOSUR permitió incrementar las exportaciones de manufacturas de origen industrial a países como Brasil.

Desde 2013, la participación de la pesca en las exportaciones subió debido a dos factores. En primer lugar, el cambio en la composición de la canasta exportadora sectorial. Si bien no se registró un aumento en volumen de las exportaciones pesqueras totales, sí se registró un incremento relevante de las exportaciones (en volumen) de langostino, que tiene un precio internacional considerablemente mayor al de otras especies como la merluza hubbsi y el calamar. En segundo lugar, por el pobre desempeño de otros complejos exportadores, principalmente el de las manufacturas de origen industrial.

En los últimos 20 años, las exportaciones pesqueras crecieron gracias al aumento en los precios de productos de mar y al mayor protagonismo del langostino 

Exportaciones del sector pesquero en tres variables

Evolución de las exportaciones del sector pesquero (en valor, cantidad y precio, índice base 100 en 2002), 2002-2024
Fuente de datos: Sistema de Consulta de Comercio Exterior de Bienes. Base de datos agregada, INDEC.

En términos absolutos, las exportaciones pesqueras han sido crecientes en las últimas dos décadas: se pasó de exportar 730 millones de dólares en 2002 a 2.007 millones de dólares en 2024, alcanzando el pico histórico de 2.155 millones en 2018. Sin embargo, este incremento no se debió a un aumento de las cantidades exportadas —que permanecieron relativamente estancadas— sino principalmente a un aumento del precio promedio de los productos de mar y al mayor protagonismo del langostino —de precios por kilo más altos—en la canasta exportadora sectorial.

El mayor protagonismo del langostino en las exportaciones pesqueras obedece a una mayor oferta, que permitió incrementar las cantidades exportadas de este alimento. Varios factores explican este fenómeno: 1) la sobrepesca de la merluza (depredador del langostino) podría haber reducido la presión sobre la especie y facilitado su reproducción, 2) cambios en las condiciones ambientales (como las corrientes y la temperatura del mar) podrían haber creado un entorno más favorable para el langostino, 3) un mejor manejo pesquero evitó la captura de ejemplares muy pequeños y priorizó langostinos más grandes y de mayor peso, y 4) mejoras tecnológicas en barcos y redes hicieron posible una pesca más eficiente y precisa (Carciofi y Rotta, 2021; Bartuchi y Fischach, 2015).

Precio, cantidades y valor exportado de las principales especies

Evolución del precio, cantidades y valor exportado de las principales especies (índice base 100 en 2002), 2002-2022
Fuente de datos: Global Aquatic Trade, FAO.
Nota: los precios se encuentran expresados a precios FOB, las exportaciones en dólares y las cantidades en toneladas.

La producción acuícola en Argentina se cuadruplicó en 20 años, pero aún sigue siendo marginal en el total de la producción pesquera

Participación de la acuicultura en el total de la producción pesquera

Evolución de la participación de la acuicultura en el total de la producción pesquera (en porcentaje de las toneladas producidas), 1961-2023
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO.

En Argentina, la acuicultura tiene antecedentes que se remontan al siglo XX, cuando se impulsaron iniciativas vinculadas a la pesca deportiva y la reproducción artificial de especies nativas e introducidas. A lo largo del tiempo, estas prácticas fueron sentando las bases para el desarrollo de la actividad, que recién comenzó a adquirir un perfil comercial semiindustrial en los años noventa (Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, 2024).

Como resultado de esta evolución, la producción acuícola casi se cuadruplicó en las últimas dos décadas, pasando de 1.647 toneladas en 2003 a 5.515 en 2023. Sin embargo, su aporte a la producción de alimentos de origen acuático sigue siendo marginal: representa menos del 1%, frente a un 99% proveniente de la pesca de captura. Esto contrasta con la tendencia global, donde la acuicultura ya genera más de la mitad del total de la producción pesquera.

El potencial argentino deriva fundamentalmente de la variedad de recursos hídricos que brinda su territorio para desarrollar la acuicultura tanto continental como marina (Subsecretaría de Políticas para el Desarrollo con Equidad Regional, n.d.). A esto se agrega un marco normativo nacional favorable: en 2015 se sancionó el Régimen de Fomento y Desarrollo de la Acuicultura (ley 27.231), un régimen de incentivos para el desarrollo del sector. Entre otras cosas, la ley 27.231 creó el Fondo Nacional de Acuicultura (FONAC), destinado a facilitar la financiación de infraestructuras, brindar asesoría técnica y ofrecer capacitación para diversos proyectos acuícolas. A estos factores de orden local se añade un factor externo: la demanda mundial de alimentos de origen acuático viene creciendo sostenidamente en los últimos años. 

Los principales limitantes, por su parte, se vinculan con condiciones climáticas en ocasiones adversas (vientos y corrientes), elevados costos iniciales e infraestructura portuaria precaria (Subsecretaría de Políticas para el Desarrollo con Equidad Regional, n.d.). A su vez, si bien a nivel nacional existe un marco normativo favorable al desarrollo de la actividad, algunas provincias han sancionado marcos regulatorios restrictivos a nivel local. La ley provincial Nº 1.355 (2021) de Tierra del Fuego, por caso, prohíbe el cultivo y la producción de salmónidos en aguas marítimas y lacustres de la provincia. La ley se fundamentó en el potencial impacto de la actividad sobre el ecosistema natural donde se establecen los criaderos (Rocha, 2021).

Si bien la producción pesquera creció desde la década de 1960, el consumo local se mantuvo en valores bajos

Producción y consumo per cápita de pescados y mariscos

Evolución de la producción y consumo per cápita de pescados y mariscos (en kg por habitante), Argentina, 1961-2022
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection y Food Balances Sheet, FAO.

A principios de la década de 1960, el consumo per cápita de pescados y mariscos era muy similar a la producción local, en torno a los 5 kg por habitante. Desde entonces, la producción creció más rápidamente que el consumo, que prácticamente no subió. La razón de ello fue que el incremento de la producción pesquera se destinó casi íntegramente a las exportaciones, en lugar de abastecer el mercado local. Esto contrasta con la trayectoria reciente de la producción de carne porcina, en donde el incremento de la producción local fue casi íntegramente a parar al mercado interno.

Como se mencionó, la alta cultura cárnica de Argentina -en desmedro de la pesca-, los desafíos logísticos para que el pescado llegue fresco desde los puertos -lejos de los grandes centros urbanos- y los elevados precios versus otras proteínas animales2 explican el bajo consumo local de pescado. Sólo a fines de la década de 1990 se superaron los 10 kg per cápita, producto de que la sobreexplotación de la merluza y el calamar llevaron a un mayor abastecimiento al mercado interno. A modo de comparación, el consumo per cápita de carne bovina siempre estuvo por encima de los 45 kg por habitante e incluso llegó a superar los 80 kg en ciertos años de nuestra historia.

Los cambios en la pesca en el mundo

La producción mundial de alimentos de origen acuático viene creciendo sostenidamente en las últimas décadas. En un contexto en donde la pesca de captura salvaje se ha mantenido en niveles estables para evitar la sobreexplotación de las especies, el rápido crecimiento de la producción acuícola se ha vuelto una alternativa para hacer frente a la demanda de este tipo de alimentos sin poner en riesgo la sostenibilidad de las especies acuáticas.

¿Cuáles son las principales tendencias mundiales? ¿Cómo ha sido la trayectoria de Argentina comparada con otros países?

Desde la década de 1990, la producción mundial de pescados y mariscos creció impulsada por la acuicultura

Producción de pescados y mariscos según su forma de producción

Evolución de la producción de pescados y mariscos según su forma de producción (en millones de toneladas), 1961-2023
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO.

La producción de alimentos de origen acuático a nivel mundial creció sostenidamente en las últimas décadas, pasando de 41,5 millones de toneladas en 1961 a 229 millones de toneladas en 2023. Sin embargo, la forma de producción ha cambiado rotundamente, particularmente en los últimos 30 años.

Desde fines de la década de 1980, la pesca de captura se ha mantenido estable en torno a las 90 millones de toneladas, producto de regulaciones y esfuerzos por evitar la depredación de recursos biológicos. De este modo, todo el incremento de la producción de animales acuáticos provino de la acuicultura, cuya producción pasó de 17 millones de toneladas en 1990 a 136 millones en 2023. Así, la acuicultura pasó de representar un porcentaje marginal de la producción de organismos acuáticos a representar más de la mitad en la actualidad.

Este gran dinamismo de la acuicultura explica por qué, según FAO (2018), es, dentro de la producción de alimentos, el segmento de mayor dinamismo en las últimas décadas.

La acuicultura ya representa el 59% de la producción mundial de alimentos de origen acuático, aunque su desarrollo ha sido muy disímil entre países

Participación de la acuicultura en el total de la producción de pescados y mariscos

Participación de la acuicultura en el total de la producción de pescados y mariscos (en porcentaje), 1961-2023
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO.
Nota: se calcula en función de las toneladas producidas. Entre los alimentos de origen acuático se encuentran “Pescados y mariscos” y “Plantas acuáticas”.

La acuicultura ha ganado peso sostenido en la producción mundial de alimentos de origen acuático. De representar menos del 10% del total en la década de 1960, pasó a superar el 50% en la última década. 

Esta tendencia viene dándose en la mayoría de los países, aunque a distintos ritmos. Asia pica en punta: en China la acuicultura ya da cuenta de más del 80% de la producción nacional de pescados y mariscos, mientras que en India, más del 60%. A nivel regional, la acuicultura también ha ganado peso sostenido en la producción desde la década de 1980, y hoy ya representa más de un 25% del total de la producción de pescados y mariscos. Chile —con la salmonicultura de exportación—, Ecuador —con los camarones para exportación— y Brasil —con producción para el mercado interno, principalmente de tilapia— han avanzado a paso firme. Esto contrasta con la trayectoria de Argentina, en donde a pesar de un crecimiento reciente la acuicultura todavía no llega a dar cuenta del 1% del total producido. 

Argentina incrementó su participación en la producción pesquera mundial hasta la década de 1990 y retrocedió desde entonces

Argentina en la producción mundial de alimentos de origen acuático

Participación de Argentina en la producción mundial de alimentos de origen acuático (en porcentaje), 1961-2023
Fuente de datos: Fisheries and Aquaculture Data Collection, FAO.
Nota: se calcula en función de las toneladas producidas.

Entre principios de la década de 1960 y fines de la década de 1990, Argentina incrementó su participación en la producción mundial de pescados y mariscos. Pasó del 0,2% a superar el 1% mundial entre esos períodos. Sin embargo, desde entonces la participación se fue retrayendo hasta el actual 0,4%.

El estancamiento de la pesca de captura (producto de la imposición de cuotas para dar sostenibilidad a la producción) y el mínimo desarrollo de la acuicultura, que ganó peso sostenido a nivel mundial, explican la disminución de la participación en las últimas dos décadas.

El lento desarrollo de la acuicultura y la limitada industrialización de la pesca explican por qué Argentina viene perdiendo peso en las exportaciones mundiales de productos pesqueros 

Argentina y otros países en las exportaciones mundiales de pescados y mariscos

Participación de Argentina y otros países en las exportaciones mundiales de pescados y mariscos (en porcentaje de los valores exportados), 1976-2023
Fuente de datos: Atlas de la Complejidad Económica, Harvard Dataverse.

Hasta mediados de los ‘70, Argentina era irrelevante en las exportaciones mundiales de productos pesqueros. El desarrollo de la actividad desde fines de dicha década permitió elevar gradualmente ese porcentaje hasta el 1,9% en 1996 —año de máxima sobrepesca de merluza— para retroceder al 1,1% en 2005. Desde entonces, se ha estabilizado en torno a dicha cifra. El postergado desarrollo de la acuicultura —que limitó una mayor producción en cantidades— y la baja agregación de valor a la producción pesquera —que se refleja en que más del 80% de las exportaciones son productos primarios en lugar de manufacturas, con mayor precio por tonelada— explican este desempeño.

La trayectoria argentina de largo plazo contrasta con la de países como Chile o Vietnam, que lograron sostener una participación creciente en las exportaciones de productos pesqueros gracias a la acuicultura y la industrialización del recurso. El desarrollo de la cría de salmones y el agregado de valor a partir de la exportación de filetes permitió a Chile pasar de ser irrelevante en las exportaciones pesqueras a principios de la década de 1970 a dar cuenta más del 5% mundial en la actualidad. El caso de Vietnam también sobresale: hasta 1980 era marginal en las exportaciones pesqueras mundiales, pero desde entonces su participación creció aceleradamente hasta superar el 5% en gran parte de los últimos años. Esto se explica por el gran avance de la acuicultura (que hoy da cuenta de más del 50% de la producción sectorial) y el desarrollo de una importante industria procesadora de pescados y mariscos, que permite al país exportar desde pescados frescos hasta productos manufacturados como el surimi (pasta de pescado que se usa en diversas preparaciones).

El consumo per cápita de pescados y mariscos ha crecido sostenidamente en el mundo, a contramano de lo que ocurrió en Argentina

Consumo de pescados y mariscos por países y regiones

Evolución del consumo per cápita de pescados y mariscos por países y regiones (en kg por habitante) ,1961-2022
Fuente de datos: Food Balances, Population and Employment, FAO.

En la década de 1960, el consumo mundial per cápita de pescados y mariscos era de 9,8 kg y en Argentina de 5,5 kg. Durante la última década (2013-2022), ambas cifras habían pasado a ser de respectivamente 19,9 y 6,9 kg. Es decir, mientras que en el mundo el consumo per cápita se duplicó, en Argentina apenas se incrementó un 25%. De este modo, el mundo pasó de consumir un 78% más de pescado que Argentina en la década de 1960, a 188% más en el período 2013-2022. 

El incremento sostenido en el consumo de pescado se dio tanto en los países desarrollados occidentales (como Estados Unidos y Europa Occidental) como particularmente en Asia. Esta última región tuvo un dinamismo notable: de tener un consumo per cápita inferior a la media mundial y similar a América del Sur en la década de 1960 pasó a liderar el consumo per cápita global en la actualidad. El extraordinario aumento del consumo en China (que pasó de tener un consumo per cápita similar al de Argentina en la década de 1960 a uno 6 veces mayor en la actualidad) explica buena parte de la dinámica asiática.

El boom de la acuicultura, la creciente percepción del pescado como saludable y la mejora de los ingresos de la población mundial —y particularmente en Asia— son factores clave detrás de la mencionada tendencia global.

Referencias

Colli, K., Risaro, D. B. y Allan, T. (2024). Aprovechar el viento a favor. Oportunidades para el desarrollo del sector pesquero y acuícola. Fundar.

Dirección Nacional de Estudios Regionales y de Cadenas de Valor (2024). Informes de cadenas de valor: Pesca y acuicultura. Ministerio de Economía. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/pesca_y_acuicultura_2024.pdf

FAO (2024). The State of World Fisheries and Aquaculture 2024 – Blue Transformation in action. Rome. https://openknowledge.fao.org/items/06690fd0-d133-424c-9673-1849e414543d 

Instituto de Estudios y Formación (2023). Características estructurales de la economía pesquera argentina. https://iefctaa.org/caracteristicas-estructurales-de-la-economia-pesquera-argentina/ 

INIDEP (2015). Informe Técnico Oficial 14/15: «La pesquería de langostino, 1991-2014, el aumento sostenido del desembarco total anual declarado a partir de 2006».

Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (2024). Acuicultura argentina – Recopilación histórica de su desarrollo. https://www.magyp.gob.ar/sitio/areas/acuicultura/estadisticas/_archivos//000000_Acuicultura%20Argentina%20-%20Recopilaci%C3%B3n%20hist%C3%B3rica%20de%20su%20desarrollo%20.pdf 

Rocha, L. (30 de junio de 2021). Histórico: Tierra del Fuego prohibió las salmoneras en el Canal de Beagle. Infobae. Recuperado de https://www.infobae.com/sociedad/2021/06/30/historico-prohibieron-las-salmoneras-en-el-canal-de-beagle/

Subsecretaría de Políticas para el Desarrollo con Equidad Regional (n.d.). Sectores federalizantes. Acuicultura. Ministerio del Interior. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/pesca_y_acuicultura_2024.pdf

Food and Agriculture Organization of the United Nations (via World Bank) (2025) – processed by Our World in Data. “Aquaculture production” [dataset]. Food and Agriculture Organization of the United Nations (via World Bank), “World Development Indicators” [original data].

Notas

  1. Dato a 2021. Calculado a partir de la Desagregación Provincial del Valor Agregado Bruto del Ministerio de Economía y la CEPAL.
  2. De acuerdo al International Comparison Program del Banco Mundial, en 2021, en Argentina los pescados y los mariscos compraron 53% más de carnes que en la media mundial. Esto muestra que el pescado es caro frente a la carne comparado contra otros países.

Cita sugerida

Allan, T., Colli, K., Ibarra, I., Cappelletti, L. M., Schteingart, D. (2025). Pesca y acuicultura. Argendata. Fundar.