Perspectiva histórica del comercio exterior argentino
En los últimos 150 años, el comercio argentino creció notablemente. Sin embargo, desde al menos la década de 1960 Argentina viene perdiendo participación en las exportaciones mundiales. En los últimos 15 años, el mal desempeño argentino se agravó. Desde 2007, las cantidades exportadas del país no crecieron. ¿Cuál fue el devenir del comercio exterior argentino? ¿Cómo llegó a su estado actual?
Las exportaciones argentinas se multiplicaron por más de 200 veces en los últimos 150 años
La integración de los países al sistema económico mundial ha sido uno de los acontecimientos más importantes de los últimos 150 años. Este proceso de integración se ha materializado en un notable crecimiento del comercio entre países. Argentina no fue la excepción.
El gráfico anterior presenta el índice de cantidad de las exportaciones argentinas durante el período que abarca desde 1810 hasta 2022. Este indicador de volúmenes elimina el efecto de los precios (es decir, considera las variaciones reales en las exportaciones). Para hacerlo, utiliza como base de comparación el año 2004.
Como se ve, hubo un crecimiento sustancial en el comercio internacional a lo largo de los últimos dos siglos. Las exportaciones argentinas actuales superan en más de quince veces a las registradas en 1920, en más de 220 veces las existentes en 1870 y en más de 5000 veces las que había en 1810.
Las exportaciones se sextuplicaron en los últimos 50 años, pero en los últimos 15 se estancaron
En los últimos 50 años, las exportaciones de bienes y servicios en Argentina crecieron 540%. No obstante, esta trayectoria ha sido heterogénea. Hasta 2008, las exportaciones crecieron sostenidamente. Desde entonces, se estancaron y apenas variaron. Este pobre desempeño se registró tanto en los bienes como en los servicios.
Los bienes han explicado históricamente el 84% de las exportaciones y los servicios un 16%
Entre fines de la década 1980 y 2003, los servicios perdieron peso frente a los bienes. Estos últimos tuvieron un mayor dinamismo producto de la liberalización comercial y la puesta en marcha del MERCOSUR. En contraste, a partir de 2003, después de la salida del régimen de la Convertibilidad, los servicios recobraron peso hasta 2017. A eso le sigue una disminución significativa posterior a la crisis desatada en 2018-2019 y en la pandemia de COVID-19.
El crecimiento de la participación de los servicios luego de la salida de la Convertibilidad estuvo asociado entre otras cosas a la fuerte demanda global de servicios basados en el conocimiento. Impulsado por las nuevas tecnologías, se volvió uno de los rubros de mayor dinamismo a lo largo del período. La caída de 2018-2020 se explica, por un lado, porque los saltos cambiarios de 2018-2019 deprimieron los costos en dólares (abaratando las exportaciones de servicios intensivos en salarios). En 2020, la causa principal fue el derrumbe del turismo producto de la pandemia de COVID-19.
¿Cómo evolucionó el comercio exterior de Argentina en relación al valor de todos los bienes y servicios producidos internamente?
El gráfico presenta el valor de las exportaciones de bienes y servicios en relación al Producto Interno Bruto (PIB). Es decir, grafica el valor de las exportaciones como porcentaje de la producción económica total del país. Desde 1962 se observa un crecimiento en la participación de las exportaciones de bienes y servicios sobre la producción, medida a precios corrientes.
Durante las décadas de 1960 y 1970, las exportaciones representaban aproximadamente el 7% del PIB argentino. En el año 2022, dicha cifra fue del 17%. Sin embargo, la evolución del peso de las exportaciones en la producción total fue volátil.
Esto se debe al efecto que tienen las variaciones en el tipo de cambio en la métrica. Cuando hay una fuerte devaluación (como en el año 2002), ocurre que los precios promedio de la economía se incrementan. Particularmente, lo hacen más los precios de los productos exportados, cuyo precio se denomina en moneda extranjera. Es en buena medida por ello que las exportaciones ganan peso en el PIB.
Otro factor que explica este fenómeno es que las devaluaciones suelen ir de la mano de una caída de la demanda doméstica de la economía, ya que el poder adquisitivo de la población se resiente. En cambio, las exportaciones responden en parte al ciclo económico de los socios comerciales de Argentina. Ello hace que la demanda externa por los bienes no esté directamente incidida por el ciclo económico local, a diferencia de lo que ocurre con la demanda doméstica.
La participación de Argentina en las exportaciones globales ha caído notablemente desde la década de 1960
El gráfico muestra el valor de las exportaciones de bienes y servicios de Argentina como porcentaje de las exportaciones mundiales. Desde 1960 a la actualidad se observa una tendencia decreciente de largo plazo, con dos breves períodos de cambio de tendencia entre 1994-1998 y 2003-2011. En los primeros años de la década de 1960, las exportaciones argentinas representaban cerca del 1% de las exportaciones mundiales. Actualmente, este valor apenas alcanza el 0,3%. Esto significa que el desempeño fue menos dinámico que el del resto del mundo.
La pérdida de participación de Argentina en las exportaciones mundiales no se observa en otros países de la región
Las exportaciones de las economías más relevantes de América Latina no han experimentado cambios sustanciales en relación al comercio mundial. Algunas incluso han mejorado su participación en el comercio internacional desde 1960. La única excepción es Venezuela.
Dentro de este contexto, es especialmente destacable el caso de México, que ha experimentado un aumento constante en su participación en el comercio global desde la mitad de la década de 1970. Por su parte, Brasil atravesó un período de declive entre 1986 y 1999, seguido de un prolongado proceso de recuperación desde el comienzo de la década del 2000 hasta la fecha actual. En contraste, Venezuela emerge como uno de los países con las mayores pérdidas en cuanto a su presencia en el comercio mundial durante este período.
El resto de los países evaluados no ha experimentado cambios significativos en su participación, aunque se puede observar un incremento generalizado en la contribución de la mayoría de las economías de la región (tales como Bolivia, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay) al comercio mundial a partir de la década del 2000.
¿Cómo evolucionaron los precios de exportación en este período?
Los valores exportados dependen tanto de los precios de exportación como de las cantidades exportadas. El gráfico presenta el índice de valores unitarios de exportación, que mide el valor de las exportaciones relativo a las cantidades exportadas (lo que es una aproximación al precio de exportación).
Al analizar los precios, se observa que las economías de la región experimentaron un período de estancamiento relativo entre 1980 y principios de los 2000. Este fue seguido por una mejora significativa entre 2003 y 2011. Posteriormente, se registró una caída, que luego dio paso a una recuperación en el período de 2012 a 2020.
Argentina no fue una excepción en este sentido. La principal razón que explica los movimientos en los precios de exportación es la cotización de las materias primas en los mercados internacionales. Dado que la mayoría de los países latinoamericanos son exportadores de commodities o manufacturas derivadas de recursos naturales, no sorprende que los precios promedio de exportación sigan a grandes rasgos las cotizaciones de los hidrocarburos, los minerales o los productos agrícolas. Una excepción es México, que es mayormente un exportador manufacturero. Por lo tanto, la suba y la baja en los precios unitarios de exportación a partir de 2001 fue menos acentuada.
Desde 2007, las cantidades exportadas por Argentina estuvieron mucho más estancadas que las del resto de la región
Los índices de volumen de exportaciones de bienes remueven el impacto de las fluctuaciones de precios y sirven para saber cómo evolucionan las cantidades físicas exportadas. Desde 1980 se identifican dos etapas. La primera se caracteriza por un crecimiento significativo y generalizado en todos los países de la región durante el período de 1980 a 2011. Las excepciones son Argentina y Venezuela, que se desvincularon de la tendencia general. En el caso de Argentina, esto ocurrió a partir de 2007, mientras que en Venezuela fue a principios de la década del 2000. Luego, desde 2012, se observa una desaceleración en las tasas de crecimiento de las cantidades exportadas en casi todos los países de América Latina.
Las cantidades exportadas de Argentina se han mantenido esencialmente estancadas en sus niveles de 2007. Este estancamiento en las cantidades exportadas argentinas es especialmente notable en comparación con el crecimiento de las cantidades exportadas en otros países de la región. El pobre desempeño argentino se ve influenciado por varios factores. Entre ellos, salta a la vista la constante apreciación y volatilidad del tipo de cambio real en los últimos 15 años. Además, la implementación de controles cambiarios ha generado una brecha que desincentiva las exportaciones. Simultáneamente, esto ha afectado la inversión extranjera directa en sectores con potencial exportador.
Si bien ha tendido a abrirse al comercio en los últimos 40 años, la economía argentina está entre las más cerradas del mundo
Uno de los indicadores más utilizados de apertura económica es la relación entre el comercio exterior (exportaciones más importaciones) sobre el PIB. El gráfico muestra este indicador tanto para Argentina como para otros países de la región, destacándose Argentina por exhibir uno de los valores más bajos.
La salida de la Convertibilidad, que derivó en la fuerte devaluación del peso en 2002, aumentó el nivel de apertura comercial de Argentina. Esto generó una suba en los precios relativos de los productos exportados e importados. Luego, a partir de 2007 la economía fue reduciendo progresivamente la intensidad de su comercio con otros países.
Al analizar el período abarcado entre 1980 y 2022, Argentina y Brasil se destacan como las naciones con la menor apertura comercial en la región. Esto puede deberse a varios factores. Por ejemplo, ambos aplican restricciones a las importaciones de manera intensa. En parte, esto se relaciona con una estrategia de protección de sus tejidos industriales frente al aumento de la competencia internacional.
Por otro lado, el coeficiente de apertura comercial tiende a ser menor en países con mayores poblaciones, dado que los mercados domésticos son más relevantes y suficientes para alcanzar una escala mínima viable en la producción. Esto significa que la necesidad de interactuar con mercados externos para satisfacer esta escala mínima viable no es tan importante como en los países más pequeños.
Estructura del comercio argentino de bienes
La estructura del comercio internacional argentino ha cambiado notoriamente en las últimas décadas. Argentina ha sido históricamente un exportador de productos primarios al mundo, principalmente alimentos. Durante la última parte del siglo XX, otros sectores fueron ganando peso en las exportaciones. De este modo, Argentina tiene hoy una canasta exportadora más diversificada que hace 60 años. Los socios comerciales de Argentina también cambiaron sensiblemente, con un creciente protagonismo de Asia. ¿Cómo se estructura el comercio exterior argentino? ¿Qué cambios hubo en las últimas décadas?
Las exportaciones argentinas se centran en productos agropecuarios
Un rasgo característico de la estructura de exportaciones argentinas es su concentración en productos agropecuarios y otros derivados de recursos naturales. Existen diferentes formas de agrupar los bienes; tomando la clasificación de Brambilla y Porto (2018), que es un tanto diferente a la que utiliza el INDEC, se obtiene que un 64% de las exportaciones son productos agropecuarios. Este primer gran grupo incluye el grueso del complejo sojero (desde el poroto hasta el aceite y los pellets) y otros productos agropecuarios (como carnes, maíz y trigo, entre otros). Por su parte, un 15% se compone de otros productos también basados en recursos naturales. Por último, un 21% está integrado por productos industriales no alimentarios.
Argentina importa principalmente productos industriales
Argentina concentra un 80% de sus compras externas en productos industriales no alimentarios. Las tres principales categorías son maquinaria, químicos y transporte y representan 27%, 20% y 12% respectivamente. Son seguidos por insumos plásticos, metales, textiles, indumentaria y calzado y otros productos industriales que representan conjuntamente el 21% de las importaciones. El 19% restante corresponde a productos agropecuarios, alimentos que no se producen localmente, minerales, y a otros productos derivados de recursos naturales.
La mayor parte de las exportaciones argentinas está compuesta por productos no diferenciados
Los productos no diferenciados, como los commodities agrícolas, mineros o industriales, son mercancías altamente estandarizadas y fácilmente sustituibles. Además, sus precios están determinados en los mercados internacionales. Estos productos suelen proceder de industrias de procesos en las que la diferenciación de productos no desempeña un papel crucial.
Por otro lado, existen productos diferenciados por sus procesos de diseño, producción y comercialización. Sin embargo, dada la alta sofisticación de estos procesos, llegar a un producto bien valorado por los mercados mundiales resulta un desafío de relativa complejidad (Hallak, 2023). La presencia de una proporción considerable de productos diferenciados en las exportaciones de un país puede considerarse como un indicador del potencial de crecimiento futuro de las exportaciones (Bernini et al., 2018).
En línea con el rasgo distintivo de la estructura exportadora argentina mencionado previamente, entorno al 75% de las exportaciones argentinas son productos no diferenciados, mientras que solo el 25% restante corresponde a productos diferenciados. La situación es notablemente diferente cuando se examina la canasta de importaciones, donde el 66,6% de las importaciones se refieren a productos diferenciados, y sólo el 33,4% restante está compuesto por productos no diferenciados.
El peso relativo de los alimentos en la canasta exportadora pasó de superar el 70% en la década de 1960 a promediar el 40% en la última década
Al analizar los datos de exportaciones de bienes de Argentina, se observa que históricamente el país se ha especializado en la exportación de alimentos. No obstante, durante los últimos 60 años hubo un movimiento desde el rubro alimentos hacia otros sectores más industriales, con una reversión parcial en los últimos 15 años.
El peso relativo de los alimentos en la canasta exportadora alcanzó un pico en 1965, año en el que representaron el 75% de las exportaciones de bienes, para luego ir perdiendo relevancia hasta alcanzar un mínimo en 2006 (31%). Ya en la década del 2010, los alimentos volvieron a ganar un poco más de terreno y representaron durante dicho período en promedio un 40% de la canasta exportadora argentina. Debe tenerse en cuenta que este agrupamiento no incluye a otros productos de origen agroindustrial como las bebidas, el tabaco y los materiales crudos. Tampoco incluye a los aceites y grasas, que si bien en general se utilizan como alimentos, también tienen otros usos industriales.
Por otra parte, se puede observar un crecimiento significativo en la participación de la maquinaria y material de transporte en las exportaciones argentinas. Pasó de representar 1,6% de las exportaciones en la década 1960 a un 15% en la década del 2010. Esto se explica en buena medida por el auge de las exportaciones automotrices a Brasil tras la puesta en marcha del MERCOSUR. Además influyó el buen dinamismo del país vecino en los primeros años de este siglo.
Otro rubro que tuvo un crecimiento importante es el de los productos químicos, cuya participación pasó del 2,5% en la década de 1960 al 8,5% en la década de 2010. Explican este fenómeno el desarrollo sostenido de la industria farmacéutica, la maduración de inversiones en la industria petroquímica entre la década de 1960 y la de 1980, así como nuevos procesos de inversión en la de 1990 y a principios de los 2000 en ramas químicas como productos de higiene y limpieza y el auge del biodiésel a partir de mediados de la década del 2000.
Asimismo, es notable el auge experimentado por las exportaciones de combustibles durante la década del 2000. Estos alcanzaron una participación promedio del 15% del total de las exportaciones en dicho período. En gran medida, esto se explica por la suba de precios en hidrocarburos.
Por último, el rubro de artículos manufacturados se destacó en la década de 1980, cuando tuvo una participación promedio del 13%. Este incluye productos de las industrias del cuero, textil, hierro y acero y aluminio. Se trata de sectores que en el último tramo de la industrialización sustitutiva de importaciones (fines de la década de 1960) empezaron a ganar cierta salida exportadora.
A lo largo de la historia argentina, los productos industriales han sido el principal componente de las importaciones
A lo largo de la historia, Argentina ha importado muchos más bienes manufacturados de los que ha exportado. Dentro de ellos, han sobresalido maquinaria y material de transporte. Este rubro está compuesto por bienes de capital y sus partes y piezas (incluyendo automóviles). Durante los últimos 60 años, este rubro ha tenido una participación promedio del 41% de las importaciones totales de Argentina.
En segundo lugar, se encuentran los productos químicos. En la década de 1960 las importaciones de este rubro representaron aproximadamente un 10% del total. Pero luego, durante la década del 2000, alcanzaron a representar en promedio un 20%. Al examinar, por ejemplo, los medicamentos y sus principios activos, se observa su relevancia cada vez mayor en el comercio mundial. El fenómeno va de la mano de nuevos tratamientos farmacológicos y el alargamiento de la expectativa de vida.
Por otra parte, los artículos manufacturados (que incluye a productos siderúrgicos y de metal, textiles, papel y celulosa o de caucho entre otros) han estado perdiendo terreno. Estos cambios se produjeron mayormente a lo largo de las décadas de 1960 y 1970. Cuando la economía crece, la demanda por este tipo de productos se expande relativamente más lento que la de bienes más complejos. Por tal razón, en el comercio mundial estos productos han ido perdiendo participación.
Por último, es interesante marcar los vaivenes que tuvo la participación de combustibles en las importaciones totales del país. En la década de 1990 hubo una expansión de la producción de hidrocarburos, que supuso menores importaciones. A partir de la década del 2000, la demanda local se expandió con fuerza (de la mano del crecimiento económico) en un contexto de declino de la producción local. Esto implicó un sostenido incremento en las importaciones. En la última década, tanto el estancamiento económico local –que supuso una demanda interna relativamente estable– como el incremento de la producción de la mano de la puesta en marcha de Vaca Muerta, permitieron reducir gradualmente las importaciones.
En los últimos 60 años, Asia fue ganando peso sostenido como destino de las exportaciones argentinas, a expensas principalmente de Europa
Desde la década de 1960 hubo grandes cambios en la importancia relativa de los destinos de exportaciones argentinas. En ese entonces la participación promedio de Europa en las exportaciones llegó a ser del 66%, consagrándose como el principal destino de los productos argentinos. Sin embargo, hacia la década del 2010 este porcentaje disminuyó al 17%.
A la inversa, cabe resaltar el crecimiento sostenido que tuvo Asia como destino de las exportaciones argentinas durante el período estudiado. Su participación promedio pasó del 6,5% en la década del 1960, hasta alcanzar un pico en el año 2020 (36%). El auge de Asia estuvo particularmente impulsado por la demanda de productos de origen agroindustrial por parte de países como China, India, Indonesia y Vietnam, entre otros.
Por su lado, América Latina ha tenido una performance oscilante según los períodos considerados. La participación de esta región en las exportaciones fue creciendo desde la década de 1960, cuando tuvo una participación promedio del 17%. Logró un máximo durante la década de 1990, cuando se estableció el MERCOSUR, con una participación promedio del 40% durante dicha década. Desde ese entonces, su importancia relativa fue cayendo, hasta llegar a una nueva participación mínima en el año 2020 (28%).
Por último, resalta el crecimiento que tuvo África. Mientras que en la década de 1960, la participación de este continente solamente representaba el 0,5%, en la década del 2010 su participación alcanzó el 7,2%.
Al igual que lo ocurrido en las exportaciones, el protagonismo de Asia como proveedor de bienes consumidos en Argentina creció a expensas de Europa
La evolución del peso relativo de los orígenes de las importaciones es muy similar a la de los destinos de exportación. Mientras Europa ha perdido participación como origen de las importaciones argentinas, Asia ha ganado relevancia en forma sostenida. En los inicios del período estudiado el 45% de las importaciones argentinas provenía de Europa, mientras que sólo el 7,5% tenía su origen en Asia. En contraste, durante la década del 2010, la participación promedio de Europa ha sido del 20%, mientras que la de Asia ha sido del 23%.
Históricamente, América del Norte ha tenido más importancia en las importaciones que en las exportaciones argentinas. Esto se explica mayormente por el sesgo estructuralmente deficitario que tiene el país con Estados Unidos. No obstante, su participación ha caído sostenidamente desde la década de 1960, cuando tenía una participación del 28%. Durante la década de 2010, esta llegó a ser del 20%.
En cuanto a América Latina, si bien ha tenido un auge en la década del 2000 con una participación promedio del 40% en dicho período, logrando así duplicar la participación que tuvo durante la década del 60 (19%), en años recientes ha registrado un retroceso hasta llegar a tener una participación promedio del 34% durante la década del 2010.
¿Cómo cambiaron los destinos de exportación de Argentina respecto a hace 60 años?
En el eje horizontal, se representa la participación promedio de cada país en las exportaciones argentinas durante el período de 1962-1966. En el eje vertical, se hace lo mismo para el período de 2017-2021. Además, en el mismo gráfico, una línea diagonal en color naranja sigue una pendiente de 45 grados. Cada punto en el gráfico representa un país distinto en el mundo.
Si un punto se ubica exactamente sobre la línea diagonal de 45 grados, la participación de este país en las exportaciones argentinas no ha experimentado cambios. Por otro lado, si el punto se sitúa por debajo (o por encima) de la línea de 45 grados, la participación ha disminuido (o ha aumentado). Cuanto mayor sea la distancia vertical u horizontal de un punto respecto a la línea de 45 grados, mayor será la magnitud del cambio en la participación.
Debajo de la línea de 45°, se puede apreciar que Italia es el país que más ha disminuido su participación en las exportaciones argentinas. Luego de Italia siguen Reino Unido, Alemania, Países Bajos y Francia. Como se ve, se trata en todos los casos de países europeos, lo cual va en línea con la fuerte pérdida de relevancia que ha tenido este continente como socio comercial de Argentina.
Por otro lado, al analizar la región del gráfico que se encuentra por encima de la línea, se observa que los países que más han aumentado su participación en las exportaciones argentinas son Brasil, China, Vietnam, India e Indonesia. Esto va en línea con el auge de Asia como destino de las exportaciones argentinas. Respecto a Brasil, vale recordar que si bien la relevancia como destino de exportación es mucho mayor, el pico de participación se dio en la década de 1990 y en la del 2000, tras la puesta en marcha del MERCOSUR.
¿Cómo cambiaron los orígenes de las importaciones argentinas respecto a hace 60 años?
El siguiente gráfico replica el análisis anterior pero desde el punto de vista de las importaciones argentinas. Debe notarse que, comparando este gráfico con el anterior, las importaciones se encuentran más concentradas que las exportaciones. Esto se debe a que mientras que la demanda de productos agroindustriales exportados por Argentina está relativamente atomizada, la oferta mundial de manufacturas –que es lo que Argentina más importa– persistió en su concentración en pocos países.
Hay dos países que se destacan por haber ganado una participación importante en las importaciones argentinas: China y Brasil. Asimismo, otros países relevantes son Paraguay, Bolivia y Tailandia. Por otra parte, en el lado opuesto del gráfico, los países que más han perdido participación en los últimos 60 años son EE.UU., Italia, Reino Unido, Alemania y Francia.
Estos datos reflejan una transformación importante en los socios comerciales de Argentina respecto a seis décadas atrás. Las potencias industriales tradicionales perdieron peso y los países en vías de desarrollo ganaron en protagonismo. Esto se verifica tanto para Asia como para América Latina.
Exportaciones argentinas de servicios
La exportación de servicios en Argentina ha variado su composición en los últimos años. Los nuevos sectores relacionados a los servicios basados en el conocimiento impulsaron este fenómeno. Esto permitió al país generar nuevos vínculos comerciales con países que requirieran estos servicios de manera remota. ¿Cómo evolucionó la composición de la canasta exportadora argentina de servicios en las últimas dos décadas?
En las últimas dos décadas, los viajes fueron el principal componente de las exportaciones argentinas de servicios, aunque perdieron protagonismo
Al mirar los datos de exportaciones argentinas de servicios entre 2005 y 2022, se observa que los “Viajes” –gastos de viajes de negocios y personales– han sido el componente más importante de las exportaciones. Su promedio fue del 34% durante dicho período. Luego, los “Otros servicios empresariales” –en general, servicios basados en el conocimiento– representaron un 29%.
Otras categorías importantes incluyen “Transportes” (16%) –principalmente servicios prestados a operadores extranjeros en puertos y aeropuertos–, y “Servicios de telecomunicaciones, informática e información” (13%). El resto (8%) incluye actividades diversas como “Servicios personales, culturales y recreativos”, “Servicios financieros” y “Cargos por el uso de la propiedad intelectual n.i.o.p.”.
Durante las últimas dos décadas, la composición de las exportaciones de servicios cambió considerablemente. La principal tendencia es el creciente peso de los servicios de telecomunicaciones e informática, que pasaron del 7% del total en 2006 al 19% en 2022.
En contraste, la categoría “Viajes” fue perdiendo participación relativa. Si bien la pandemia de COVID-19 fue un profundo shock en este rubro, la tendencia a la disminución se observa ya desde el año 2007.
Estados Unidos es, por lejos, el principal destino de las exportaciones argentinas de servicios
El gráfico presenta los 20 principales destinos de las exportaciones argentinas de servicios durante el año 2022. En primer lugar, resalta la destacada posición de los Estados Unidos con una participación del 30%. La proximidad horaria y el buen manejo de inglés en parte de la población argentina son algunos de los factores competitivos clave que explican esta relación comercial. En segundo lugar, Brasil se encuentra como segundo destino más relevante, con una participación del 10%. Los siguientes en el ranking de los cinco principales destinos son Chile (5,6%), Uruguay (5,3%) y el Reino Unido (4,6%).
Es interesante notar la concentración de las exportaciones en pocos destinos: los cinco primeros explicaron el 56% de las exportaciones de servicios de Argentina en el año 2022, mientras que los veinte primeros representaron el 87%.
Referencias
Bibliografía
Bernini, F., González, J., Hallak, J. C., y Vicondoa, A. (2018). The Micro-D Classification. Economía, 18(2), pp. 59-85.
Brambilla, I. y Porto, G. (2018). Diagnóstico y visión de la inserción comercial Argentina en el mundo. Desarrollo Económico, 58(225), pp. 247-290.
Hallak, J. C. (2023). La necesidad de una orientación pro-exportadora en Argentina. Revista De Economía Política De Buenos Aires, (26), pp. 77-150.
Cita sugerida
Park, L. y Scattolo, G. (2024). Comercio exterior. Argendata. Fundar.